Sueños Húmedos.

Lágrimas

Desde que Craig y yo nos besamos en la cafetería el tiempo se ha difuminado por completo. Siento que los días no tienen principio ni final, simplemente transcurren increíblemente rápidos y monótonos. Aún recuerdo a Stan corriendo... y a pesar de que hayan pasado tres semanas, no me lo quito de la cabeza. Es como un pensamiento intrusivo; estas limpiando el polvo del recibidor de tu casa mientras tu hermano ayuda a tu madre con la colada... y zas, de pronto te viene ese recuerdo, sin sentido alguno. O quizás lo tenga.

Lo cierto es que desde entonces las cosas están demasiado tranquilas. Stan estuvo algo distante unos días, pero luego empezó a comportarse más "normal", y con normal quiero decir que no nos evitaba como el día después del beso, ni me miraba con cara de perrito degollado... lo cual me hubiera hecho las cosas insufriblemente difíciles. Aunque, algunos días llegaba a clase con los ojos vidriosos, y me preocupaba ¿Estará llorando por las noches?

Kenny estuvo comprensivo conmigo. Y nunca dejo de estar agradecido por su apoyo en este viaje emocional... pero me gustaría también contar con el apoyo de Stan.

Lo de Cartman creo que es lo más alucinante de estas semanas: volvió a unirse a nosotros, y ni siquiera dio una explicación de por qué estuvo varios días evitándonos a toda costa... pero lo raro es su semblante preocupado y pensativo. A veces hace aportaciones estúpidas a las conversaciones, pero inmediatamente después se queda en silencio ignorando las reacciones de los demás... es como si lo hiciera por obligación, por aparentar estar bien. Ni si quiera ha molestado o insultado a nadie en estas semanas.

En cuanto a mi y Craig... estamos bien. A mi padre le costó un poco más asimilar mi sexualidad que al resto de la familia, pero todo esta en orden. Conocen a los padres de Craig y se llevan bien con ellos. Esto me ha facilitado las cosas, ya que permiten que Craig venga a verme e incluso se quede a dormir conmigo. Es reconfortante para mi dormir en sus brazos, hace que deje de pensar en todas las cosas que me pregunto sobre Stan, Cartman... pero cuando él no está siento que mi mente podría estallar.

Ahora mismo estoy aquí, tendido en mi cama con estrellas en el "cielo"; Craig me regaló decenas de pegatinas de estrella que se iluminan en la oscuridad. Se pegan en el techo y simulan un cielo estrellado... y lo mejor de todo es que me las regaló después de contarle mi historia de cómo contaba estrellas de niño. "Ahora estas te recordarán a mi" me dijo... ojalá fuera todo tan fácil.

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El despertador suena y me pongo en pie casi de un brinco. Hoy es el último día del semestre. Me asomo la ventana y el frío de diciembre me azota la cara, pero no importa porque hoy también empiezan las festividades de Janucá, una semana antes de Navidad, y me hace feliz pensar en toda la comida que hará mi madre.

Después de darme una ducha caliente, me visto y tomo un desayuno rápido. Cuando abro la puerta mi rubio preferido me estaba esperando.

—¡Mi salvador! —exclama Kenny al verme.

—Buenos días, Ken —dije alegre— tenemos una media hora antes de llegar al examen para explicarte esto que me pediste.

—¿Que haría yo sin ti?

Ambos caminamos hacia la parada del bus mientras le explico un ejercicio muy importante sobre el examen de física. Kenny se ha estado esforzando mucho últimamente y se merece que le ayude en lo que pueda.

Cuando llegamos a la parada, Stan y Cartman estaban hablando. Me distraigo momentáneamente pensando en lo unidos que están últimamente... cuando Cartman empezó a hablarnos otra vez, Stan ni siquiera le dio importancia a sus cambios de humor.