Sueños Húmedos.

Celos.

Los días pasaban con normalidad desde aquella tarde en la que mis sentimientos por Stan se juntaron con los que Craig me hizo sentir en una sola tarde, apenas una semana desde aquel beso que tuve con Craig, y la posterior pesadilla sexual con Stan.

Sí, exacto. A pesar de ese boom de cosas en mi cabeza, todo seguía igual. Al parecer nadie se había enterado, por ahora, de mi 'cita' (no sé si llamarla así) con Craig. Además, éste último no había aparecido en toda la semana por clase (lo cual me empezaba a preocupar) y por lo tanto no habíamos tenido oportunidad de hablar.

—Y no sé si lo sabíais —empezaba Cartman como de costumbre— pero Tweek no tenía el... —Antes de que terminase de hablar, Stan, Kenny y yo levantamos la vista de inmediato.

—¡CARTMAN! – Grite de forma reprobatoria, recibiendo una mirada maliciosa por parte de Cartman, exclusivamente para mí, lo que me pone los pelos de punta - ¿Cómo eres capaz de hablar como si no hubieras hecho nada malo?

—Si fuera Craig el que hablase de como solían follar seguro que nadie se escandalizaría porque todos le tenéis miedo...

—¿Solía? —Preguntó Stan— ¿Por qué hablas en pasado?

Miré a Stan al instante, intentando reprocharlo con la mirada. Creo que es obvio a lo que Cartman se refería...

—...Pues porque ya no lo hacen —Replicó Cartman bastante pensativo, confirmando mis sospechas.

—¿Y tú que sabes culón? —Preguntó Kenny perspicaz.

En la clase de Arte había suficiente ruido como para que nadie más se enterase de la conversación.

—Sé mucho más de Tweek de lo que creéis.

Entonces, aproveché para hacer uso de mi infernal conciencia e intentar que Cartman recapacitase sobre lo sucedido con Tweek y Craig.

—Oye Cartman... Craig lo sabe todo —Noté una mueca de histeria y sorpresa en el culón, que deja caer un pincel. El muy ignorante pensaba que Tucker nunca se enteraría— sólo le falta saber que fuiste tu el que... el que...

—¡El que se follo a Tweek! —Soltó Kenny como si nada.

Antes de reprochar a Kenny, no pude evitar fijarme en la cara de Stan, que estaba en frente de este. Se me congeló la sangre cuando vi que miraba con sorpresa y horror a alguien que supuestamente estaría detrás de Kenny. Y a su vez, me di cuenta de que ya no había tanto ruido.

Kenny también se percato de la mirada y se volteó lentamente hasta descubrir que se trataba ni más ni menos que de Tweek.

Cartman ignoraba la situación. O al menos parecía que lo intentaba con todas sus fuerzas, en el fondo debía sentirse avergonzado.

—¡Oh! —Soltó Kenny sorprendido— Pero mira a quien tenemos aquí ¡A un rubito de lo más adorable! – Dijo dulcemente intentando arreglar la situación.

—...Y-y-yo... Kyle.. —Me sorprendió que se dirigiese hacia mí— ¡GAH!

Pudimos ver como Tweek salía corriendo con lágrimas en los ojos mientras se le caían unos pinceles al suelo, uno de ellos con mi nombre. Venía a devolverme un pincel que le dejé al inicio de la clase, y por un descuido nos oyó hablando de él... Cartman sigue ignorando la situación, ajeno a que mitad de la culpa de todo este drama es de él.

Corrí de inmediato tras Tweek, sin hacerle caso a las reprimendas de la profesora de Arte por tanto escándalo.

Llegué a un pasillo de lo más solitario, debido a que los alumnos se disponían ya en sus respectivas aulas. No había ni un solo ruido, y no sabía por dónde guiarme para encontrar a Tweek. Una cosa estaba clara; tenía que estar encerrado en algún sitio, si estuviese por los pasillos lo oiría al instante. No es difícil imaginarse la clase de gemidos que emitiría un Tweek que, aparte de nervioso, esta llorando.