¿Qué acaba de pasar?

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El mensaje de Kou-kun llegó unos cuarenta minutos después de su último encuentro. Tiempo que Nene había invertido para hablar con más calma con Hanako para averiguar si podía obtener más información sobre él y para explicarle algunas normas que debería seguir una vez llegaran a casa.

-"¡Vale one-sama!-Exclamó él, ahora mucho más relajado y mucho más cercano a su actitud habitual.- ¡Seré un niño muy bueno para que one-sama nunca tenga que preocuparse por mi!"

-"Hanako, ya te he dicho que puede llamarme Nene...- Con lentitud se levantó del frío suelo y soltó al infante para que este también se pusiera de pie, sus piernas estaban entumecidas y los incomodos calabrés no se hicieron esperar demasiado cuando se puso recta y le permitió a su sangre retomar con libertad su trayecto- Ugh como detesto cuando sucede esto."

El niño observó curioso a la muchacha, preguntándose de que estaría hablando hasta que se fijó en el ligero temblor en sus piernas y en la forma con la que se apoyaba contra la pared para mantener  la estabilidad, entonces cayó en la cuenta de que su one-sama debía estar sufriendo de calambres por la mala posición que había tenido durante este tiempo y decidió hacer algo.

Se acercó decidido y tomó una de las piernas de la chica como anteriormente lo había hecho en el baño y, con un sonrojo muy potente cubriendo toda la extensión de su rostro, sus orejas y parte de su cuello expuesto, acercó sus labios hacia la extremidad y depositó un suave beso en una de las partes descubiertas por las roturas de la tela.

De inmediato el molesto cosquilleo desapareció de esa pierna, pero simplemente se trasladó a la boca de su estómago y a sus sonrosadas mejillas. Como era de esperarse este acto la tomó   por completa sorpresa y lo peor de todo es que no sabía cómo reaccionar, si hubiera sido cualquier otro le habría pateado la cara por pánico, si hubiera sido un príncipe encantado prácticamente se habría desmayado en su lugar, si hubiera sido Hanako en su estado normal no dudaría en llevar a cabo las dos últimas acciones de forma simultánea, pero, ¿Qué debía hacer ahora cuando se trataba de un tierno niño sobrenatural sin recuerdos que solo se preocupaba por ella?

Antes de darse cuenta el muchacho ya había besado la otra pierna y los calambres ya habían desaparecido. Pero se instaló un incómodo silencio que pasados unos minutos el estómago del chico avergonzado se dispuso a romper con un feroz gruñido. Nene reaccionó de inmediato dejando de lado el anterior "incidente".

-"¿Tienes hambre Hanako-kun?- él asintió y solo miró hacia otro lado todavía con aquel potente rubor cubriendo la totalidad de su cabeza y parte del cuello- Vámonos entonces..."

La rubia le ofreció su mano y este la tomó sin pensarlo, recogieron las pertenencias de la chica y al fin entraron de nuevo al gimnasio, apenas quedaban algunos alumnos que hablaban con los profesores para pedirles permiso para salir del lugar e ir a casa sin sus padres. Divisaron a la ex maravilla y se dirigieron hacia él, este solo necesitó una mirada antes de darles permiso para salir y decirles que tuvieran cuidado de regreso a casa.

La lluvia había cesado, pero el cielo continuaba cubierto de plomo así que Nene supuso que solo sería cuestión de tiempo hasta que volviera a descargarse la tormenta. Apretó un poco más la manita que sujetaba y le dio una sonrisa antes de que comenzaran a caminar hacia la salida principal. Fuera del gimnasio se podían apreciar mejor los importantes destrozos que la tormenta había causado, tardarían bastante tiempo en restaurarlo todo. Se detuvieron en seco justo en frente de la puerta de salida. Nene observó al niño que miraba nervioso hacia el otro lado de la calle, quizás recordara que no podía salir de la escuela o simplemente tuviera esa sensación resonando en su interior pero al parecer decidió ignorarla y con una sonrisa radiante estiró el brazo de la rubia hasta que ambos salieron del recinto oficialmente. Hanako chilló de alegría mientras daba saltitos en su lugar y Yashiro no pudo evitar acompañarle en la pequeña celebración.

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