Hanako se encontró con Nene en la cocina, estaba de espaldas preparando una ensalada mientras dos trozos grandes de pescado se hacían a la plancha, dos boles de arroz descansaban sobre la encimera a su lado y ella parecía contenta y menaba sus caderas al compás de una canción en su cabeza.
El muchacho decidió no molestarla y salió del lugar lo más callado que pudo para volver al salón donde encontró la prenda de Minamoto tirada en el suelo y empapada con su sangre. El estómago se le revolvió y sintió una fuerza repelerle procedente de la chaqueta. Se alejó lo más que pudo y al retroceder tanto, y ser un apartamento tan pequeño, terminó entrando en la habitación de la chica. Esta estaba ordenada y era femenina en demasía, saturada de rosa y exuberantes decoraciones que le daban un aire de en cuento, sobre el escritorio encontró una jaula de hierro donde un gracioso animalillo correteaba en su ruedecilla haciendo sonidos divertidos, se acercó para verle más de cerca, era un pequeño hámster negro con ojitos marrones. Se sentó sobre la silla acolchada del escritorio y se quedó observando al roedor haciendo vida normal en su jaula. La vista le relajó bastante. Era bastante placentero desconectar y simplemente alejarse de aquella cosa repelente.
Tan absorto estaba que no reparó en la presencia de un orbe fantasmal que daba vueltas frenéticas sobre su cabeza para llamar su atención. Finalmente lo consiguió cuando impactó contra la jaula y perturbó la paz tanto del roedor como del muchacho. El animalito se recuperó casi de inmediato y volvió a sus asuntos ignorando la presencia fantasmal. El niño por otra parte regañaba a la entidad por ser tan brusco con la mascota de Nene, este pareció arrepentido de su acción así que pronto Hanako le disculpó y le preguntó que sucedía. La esfera flotó al rededor de su cabeza susurrando la información que quería compartir con su amo a un volumen y en un lenguaje que solo este podría entender. Su semblante se ensombreció cuando terminó de escuchar lo que el otro ente pretendía informarle. Así que esas tenían.
-"Gracias, Haku-joudai...-Sonrió al espectro todo y todavía tener esa sombra misteriosa cubriéndole los ojos, le señaló la ventana por donde suponía que había ingresado el fantasma.- Haz guardia durante la noche y si cualquier cosa hostil viene a molestar a Nene, el objetivo es la muerte ¿De acuerdo?"
La esfera le dio a entender que acataría sus ordenes sin dudar y a raja tabla, como siempre y luego desapareció a través de la ventana dejándolo solo de nuevo con el hámster. Retomó su observación sobre el animal viendo como comía una pila de su comedero y no pudo evitar la tentación de acercarle un dedo colándolo entre de los barrotes de la jaula para intentar acariciarlo pero el animal no estaba por la labor, así que cuando tuvo la falange lo suficientemente cerca le mordió clavando su diminuta dentadura sobre su carne. El pequeño se quejó por el dolor, y sacudió el dedo para que lo soltara, consiguió el cometido sin mucho esfuerzo ya que la criatura solo quería dejarle en claro que no deseaba ser molestado mientras comía.
-"¡Nene, cariño!- Una voz desconocida que procedía de la entrada de la casa le tomó por sorpresa. Era femenina, parecía de una adulta agotada y Hanako se preguntó porque su espectro acompañante no le había avisado de la inminente llegada de la mujer.-¿Estás cocinando? ¡Qué rico!"
No escuchó la voz de Nene con claridad pero pudo adivinar que intentaba balbucear algún tipo de excusa. Se asomó con cuidado para ver si podría vislumbrar a la nueva inquilina y así fue, estaba apoyada contra le marco de la cocina pero podía verla de perfil a la perfección. Hanako quedó impresionado, era como ver a Yashiro de adulta, con una cabellera más corta y los ojos de un tono más apagado que el vibrante carmesí de la chica. Sintió su corazón saltar en su pecho, ¿Así de diferente se vería la joven al crecer? Sentía envidia del maldito afortunado que tendría el placer de pasar el resto de sus días con una mujer tan hermosa.
-"Sabes que no hacía falta, cielo...-Su tono maternal y esa mirada amorosa le acabó de confirmar su hipótesis de que esa debía ser la madre de Nene, era la primera vez que sabría algo sobre su familia en los baños nunca habló de ella y se sentía increíblemente curioso- Me avisaron de lo que sucedió en la academia...y por lo que veo has salido bastante herida...- Su ceño se frunció y se adentró en la cocina saliendo del campo de visión del muchacho, que se asomó un poco más para intentar escuchar mejor la conversación.- ¿Te has ocupado de esos rasguños?"
-"Son solo rasguños...-Escuchó murmurar a la rubia, parecía algo incómoda por la conversación. Escuchó el movimiento característico de los utensilios de cocina al ser utilizados y luego escuchó el tintineo de la cerámica de los platos siendo usadas- No son la gran cosa..."
Salió de la cocina y se paralizó al ver a Hanako en la puerta de su habitación. Le hizo señas para que volviera a meterse en el cuarto, pero no las entendió, o se hizo el tonto. La madre de Yashiro salió detrás de ella y no tardó en ver al pequeño niño de aproximadamente seis años que vestía la vieja ropa de su hija observándola en silencio.
El mundo pareció congelarse unos instantes en los que la mujer intentó buscarle una explicación a la existencia del muchacho y de repente chilló llevándose una mano al pecho y señalando al pequeño con la otra, balbuceaba miles de negativas mientras dejaba escapar algunas lagrimas huidizas de sus ojos llorosos. Nene dejó los platos de comida sobre la superficie plana más cercana, templando como una hoja en otoño y una vez tuvo las manos libres se puso en frente de su madre escondiendo el enclenque cuerpo de Hanako detrás del suyo propio.
-"Mamá, tranquila respira hondo, respira...-Intentó calmarla con una voz tranquila y conciliadora."
-"¿¡Qu-quién es el padre de este niño!?- Acabó gritando la adulta consiguiendo mirar sobre el hombro de su hija al menor que continuaba observándolas en el más absoluto silencio y sin expresión en su rostro. Estaba analizando con prudencia la reacción de ambas féminas a la situación que él mismo había provocado- ¡Nene, querida, sé que he estado mucho tiempo fuera de casa per-pero jamás pensé que aprovecharías eso para...para!"
Ahora se daba a entender, la señora Yashiro pensaba que Hanako era alguna clase de niño fruto de su hija y algún otro sinvergüenza. Nene se ruborizó con fiereza por muchas razones, la principal era imaginarse a sí misma haciendo algo tan íntimo con alguien más y luego por la grandiosa vergüenza que le estaba haciendo pasar además que su teoría no tenía el más mínimo sentido ¿¡En qué momento podría ella haber quedado embarazada y haber dado a luz a un niño sin que su propia madre lo notara!? De acuerdo, no pasaban mucho tiempo juntas debido al exhaustivo trabajo de su madre en el hospital ¿¡Pero de ahí a pensar aquello!? Una risilla las sacó a ambas de ese momento tan violento. Hanako no paraba de reírse de la situación."
-"¿Nene-one-sama quiere ser mi mamá?- Preguntó con un claro tono de burla. La rubia miró mal al pequeño y su madre solo atinaba a mirar confundida al castaño que tanto se divertía a su costa.- ¡Se mi mamá one-sama!"
La muchacha le regañó por hablar tan a la ligera, pero aquello no surtió mucho efecto en él, que con su mejor carita de cachorro se acercó a ella y abrazó su cadera con claras intenciones de persuadirla para que le perdonara. Ella intentó ser fuerte, pero falló en cuanto le vio batir sus largas pestañas y le mostró la sonrisa más encantadora de su repertorio. Suspiró y lo tomó en brazos para entonces disponerse a presentarles como era debido.
-"Mamá...te presento a...Amane, Yugi Amane...- La madre continuaba temblando sin saber que pensar y con los nervios a flor de piel. Las lagrimas habían cesado, pero en sus ojos granate todavía persistía la fuerte confusión y la desorientación causada por el momento.- Amane-kun ella es Haru Yashiro, mi madre..."
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Baby Ghost
FanfictionEl día escolar empezó como cualquier otro, Yashiro asistió a sus clases sin preocupaciones, estuvo con Kou y almorzó sin mucho de lo que hablar. Lo único que distaba de hacer ese día como uno agradable era el hecho de la ausencia de cierto misterio...