Reina Oscura (PAUSADA)

Capítulo 8 (6/10)

¡Alice!- siento la voz agitada de Brandon, siguiendo mis pasos detrás de mi.

-¿Qué estás haciendo?

Jadeo al entrar en la habitación de Lucero, con ímpetu.

Un suspiro de alivio se escapa de mis labios al ver su cuerpo sobre la cama, descansando.

-Ella está aquí- murmuro acariciando su mejilla.

-¿Qué son esos gritos?- la voz de Cassandra se escucha dentro de la habitación.

Mi corazón late desbocado al girar y abrazar su torso con fuerza, aquello logró sorprenderla y envolver sus brazos a mi alrededor con dulzura.

-¿Qué sucede, hija?- me pregunta alzando mi rostro con ambas manos- ¿Por qué lloras?

Su ceño se frunce repleto de confusión.

-Él estaba aquí- las lágrimas se deslizan por mis mejillas- Las había llevado a ambas, él quiere hacerles daño, mamá.

-¿Quién es él, Alice?- nos interrumpe Brandon.

-Vamos a hablar al salón, cariño- me habla Cassandra dirigiendo una mirada seria detrás de mi.

-Quedate vigilando que los niños estén bien, quiero estas a solas con mi hija- le ordena desapareciendo de la habitación.

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-Cuentame la verdad, Alice- me pide sentada frente a mi, en el largo sillón.

-Ciudad Oscura está siendo atacada por una entidad maligna, quien es responsable de muertes de niños y jóvenes- sus ojos se abren con horror- Hace algunas horas uno de mis soldados, Jack, me llamó alterado, pidiendo mi ayuda porque nuevamente había herido a sus compañeros.

-Pero... ¿No han podido encontrar alguna pista de su identidad?

Niego, volviendo a relatar.

-Brandon decidió acompañarme, pero al llegar frente al palacio, los cuerpos heridos de los soldados yacían en el suelo casi sin vida, al ver esto le pedí que se quedara ayudando a todos para que los vea un médico, mientras iba al bosque en busca de esta presencia.

-¿El pueblo se encuentra bien?

Asiento- Lancé un hechizo a su alrededor que no permite que ningún ser oscuro pueda cruzarlo sin antes debilitarlo por completo.

Sus manos envuelven las mías.

-¿Qué sucedió al llegar al bosque?

Cierro mis párpados recordando.

-Mis demonios tomaron posesión de mi cuerpo, pero cuando hablé en alto a la espera de una respuesta, una voz me sorprendió.

-¿La reconociste?

Bajo mi mirada temiendo recordarlo.

-Hija.

-La reconocí- balbuceo apenas.

-¿Qué voz escuchaste, Alice?

Trago saliva, sintiendo mi labio inferior temblar.

-La voz de Brandon...

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POV. Desconocido.

El cuerpo completamente a oscuras de una persona yacía frente a ambas mujeres, sin imaginar de su presencia.

Una sonrisa se escapa de sus labios, la maldad recorre su mirada al comprender que su plan estaba marchando a la perfección.

-Es fácil engañarte, Alice...

Observa a la reina abrazar a su hija en el momento que se desarma, sollozando.

-Aún no has visto lo peor, esto recién comienza y no me detendré hasta vengarme de todo lo que provocas.

Gira sus pasos dirigiéndose hasta una habitación con su puerta abierta, en ella se encontraba un joven con sus manos sobre su rostro, sintiendo la impotencia envolver su interior al no poder ayudar a su mujer.

-Es hora de divertirnos un poco, Brandon- eleva su mano frente su rostro.

-Luego de aburrirme de ti, jugaré con otra persona hasta hacerlos delirar de dolor.

Exclama antes de alzar el rostro del muchacho y lanzar un extraño humo gris sobre su boca.

-Llegué por ti, Alice, y no me iré hasta quitar tu corazón con mis propias manos.