Reina Oscura (PAUSADA)

Capítulo 15

Una semana había pasado luego de nuestra conversación, había decidido mudarme del palacio de mis padres con mis pequeños ya que necesitaba pensar un plan para saber lo que estaba ocurriendo.

Mi pequeña Lucero se encontraba en su cama descansando luego de una noche de pesadillas, mi mirada cansada la observaba desde la lejanía de su habitación.

Su respiración pausada creaba un leve alivio en mi interior, pero sabía que debía de apresurarme porque lo peor recién estaba por comenzar.

Había logrado curar su heridas y reanimarla, luego de horas de sufrimiento.

Flashback

–Por favor, mi niña, debes de luchar– sollozo sobre su pequeño vientre mientras mis manos presionaban con determinación sobre su pecho, irradiando una luz.

–Madre Gea ayúdame a luchar contra el mal– le pido cerrando mis ojos con temor– Protege a mi pequeña, ayúdame a curarla.

Mi respiración temblaba a medida que las palabras se escapaban de mis labios, mis párpados cerrados ejercían presión lastimando mis ojos.

–Confía en nosotros, princesa.

–Nuestra madre Gea te ha escuchado...

–Ella es fuerte, nuestra Lucero es una guerrera.

Mis ángeles susurraban en mi interior, en la misma sintonía que mis demonios, calmando mis nervios y provocando una pequeña esperanza en mi corazón.

Algunos segundos avanzaron antes de sentir una presencia a mi lado, creía que se trataba de Gea, pero al abrirnos mi sorpresa fue mayor al notar a mi madre Cassandra, posando su mano sobre la mía y murmurando algunas palabras en latín.

Todo sucedió tan rápido...

Nuestras manos brillaron y el rostro de Lucero comenzó a volver a la vida, sus mejillas sonrojadas volvieron a aparecer y su respiración se aceleró abriendo su boca para coger aire y abrir sus párpados con sorpresa.

Mi corazón de paró asombrado por lo que estaba ocurriendo delante de mis ojos, giro a mi derecha y el rostro de mi madre se encontraba con una leve sonrisa en sus labios, observando a su nieta despertar.

–Mami... abuela– murmura con su voz ronca, mirando nuestros rostros con su pequeño ceño fruncido, eleva sus manitos tocando nuestras manos aún sobre su pecho.

–Mi amor– solloce alzando mi cuerpo para besar su frente–¿Cómo te sientes?

–Me duele el cuerpo– tose antes de girar su rostro para observar a Cassandra– Sabía que mamá y tú potencian su poder al estar juntas.

Mi boca se secó al escucharla y el silencio reinó a nuestro alrededor dejando a ambas sorprendidas por sus palabras.

–Supongo que tienes razón– le respondí cruzando mi mirada con Cassandra, sus ojos brillaban al verme y eso ocasionaba que mi cuerpo se envolviera en unos extraños nervios inexplicables.

¿Por qué actuaba de esta mesera?

–Porque ella siempre será tu madre, princesa.

–La reina puede ser una idiota, pero es sincera con su arrepentimiento.

–Debes de perdonarla, princesa.

–O hacerla sufrir un poco más...

–Revisaré que esté todo en orden afuera, así ambas pueden estar juntas– expresó besando a ambas en la frente antes de alejarse hacia la puerta.

–Cassandra...– la llamé provocando que girase su rostro en mi dirección– Gracias por salvar a tu nieta.

Sonríe con timidez antes de responder.

–Ambas lo hemos hecho, hija.

Fin del flashback

Luego de ese día Lucero comenzó a sanar sin ningún problema, cuando estuvo lo suficientemente fuerte para poder caminar por sí misma, me enteré por parte de Elizabeth que Brandon se había vuelto a Ciudad Oscura, pero ya había decidido que quería cuidar a mis pequeños en un nuevo hogar.

Es por eso que me puse en contacto con mi viejo amigo Steven y este me comentó que tenía una casa cerca del bosque en la cual podía habitar con mis hijos, ya que el lugar se encontraba rodeado de guardias y no tendríamos que estar preocupándonos por quien podría merodear por los alrededores.

–Siempre te ayudaré con todo lo que pueda, princesa Alice, además de ser mi amiga, eres mi familia y jamás se debe abandonar a la familia– me había dicho una tarde en la cual aparecí en su casa de sorpresa, saltando a sus brazos para sentirme protegida.

Sonrío por última vez antes de besar la mejilla de mi hija y dirigirme hacia mi habitación en donde mi pequeño se encontraba durmiendo con un pequeño peluche de oso entre sus brazos.

Me sentía afortunada de tenerlos a mi lado, a pesar de que el peligro se encontraba nuevamente en nuestras vidas, amenazando con lastimar a las personas que más amo.

–¡Princesa Alice!– un grito en el exterior de mi hogar llama mi atención, camino hacia la ventana de mi recámara y me sorprendo al notar a uno de los guardias de la Ciudad Oscura.

–¿Qué sucede?– le pregunto transportandome a su lado–¿A ocurrido algo?

Asiente con rapidez intentando controlar su respiración.

–Tengo noticias sobre el ser oscuro– mi corazón se paraliza ante su confesión.

–¿Qué es lo que sabe?– mi voz ronca resienta a nuestro alrededor.

–¿Está segura que Alexander murió?