Nueve meses -(Jenlisa Adaptación)-

Capítulo 3

El departamento de las chicas era grande, tres recamaras, la más grande era de ellas; la otra era una pequeña biblioteca con escritorio que era el estudio de Jennie y en la última había algunas cosas de ambas y algunos aparatos para hacer ejercicio; La sala era enorme, tenían una preciosa sala blanca, elegida por la castaña, un enorme televisor, ahí la rubia podía practicar para sus clases de baile; la cocina y un comedor. En la recamara principal se encontraba Jennie aún durmiendo en la cama, cuando un rayo de luz comenzó a pegar en su rostro despertandola, se giró hacia el lado derecho estirando su brazo en busca de su novia que no se encontraba en la cama.

-Amor, se que es temprano pero se nos va hacer tarde - Dijo Lisa desde la puerta del baño, ya estaba terminando de arreglarse, se miro al espejo pensativa - bien, hoy se lo diré, es lo que deseamos las dos, ¿cierto?- Pensaba mientras se recogía el cabello.

-Te ves preciosa, lo sabías?- Dijo la castaña mientras abrazaba a la rubia por detrás y apoyaba su barbilla en su hombro. - ¿qué tal si nos damos una ducha antes de salir?- Le propuso mientras le besaba el cuello.

- Me encantaría amor pero ya se nos hizo tarde - Le respondió dándose vuelta para quedar de frente a ella, posó sus manos en los hombros de su novia y le comenzó a dar pequeños besos en los labios.

-Esta bien, pero me debes una ducha OK...

-Las que quieras pero date prisa - Grito la rubia mientras salía del baño.

-uhm la amo, la amo, ¡la amo!

Jennie adoraba viajar por carretera y sobre todo si su acompañante era una hermosa rubia de ojos miel y con un cuerpo que le quitaba el aliento, y si a esto le agregaba que adoraba su auto deportivo, un convertible negro que decía que combinaba con sus ojos. Esa sensación de libertad y la velocidad la hacían sentir extasiada, libre, sentía correr la juventud por sus venas y la adrenalina le encantaba.

Así que ahí estaban las dos, camino a la casa de Bae Joo Hyun, una gran amiga de Jennie, se conocieron en la universidad, ella era artista, una gran pintura y famosa, pero era una soltera empedernida, no le interesaba el compromiso solo pasarla bien y mientras más joven fuera la mujer con la que estuviera mejor. Era una mujer muy hermosa, de piel blanca, cabello negro y largo, de una cuerpo envidiable. La única relación que le conocía Jennie a Irene era Seulgi pero hacia tiempo que no la veía. La casa a la que se dirigía la había heredado de su padre y la conservaba porque así lo recordaba; su padre había muerto cuando ella tenía solo 10 años y algunos años después su madre se había vuelto a casar, algo que no le agradó mucho a Irene.

-Es que ¿Te lo imaginas Lili? no es posible que haya padres tan irresponsables e inconscientes, padres que destruyen la vida de sus hijos, de verdad son unos completos ineptos y luego quieren que yo arregle el desastre que ellos hicieron por no saber que hacer con sus hijos - Seguía diciendo Jennie mientras conducía por la carretera, había tenido una semana difícil con sus pacientes y después del incidente en la playa que parecía confirmar todas sus ideas al respecto de la maternidad. Lisa iba en el asiento del copiloto, mirando sus manos, estaba nerviosa pero la castaña no se daba cuenta, de hecho llevaba algunos días así porque no había podido hablar con Jennie y ahí estaba la morena que seguía con su discurso sobre porque no se debe tener hijos.

-Para ser padres de verdad necesitan preguntárselo ¿quiero ser padre o madre? ¿quiero estropear la vida de mis hijos? ¿estoy listo para esa responsabilidad? - Jennie solo preguntaba cosas al aire, giro su cabeza para ver a su rubia que no había dicho nada desde que salieron de Nueva York.- Lisa amor ¿estas bien?.

-mm ¿Jen? estoy embarazada. - Soltó Lisa lo más rápido que pudo

-Bien- respondió mientras volteaba a verla y asentirle con la cabeza.

-Bien...- Dijo ya Lisa un poco más calmada

-Espera ¿Qué?- Jennie volvió a mirar a Lisa con cara de pánico, su mirada volvía a la carretera y a su novia una y otra vez- ¿embarazada? ¿Cómo? ¿Cuándo?

-¡ Jennie cuidado! - gritó la rubia y con una mano tomaba el volante del auto girándolo a la derecha al ver que venía un tráiler justo frente a ellas.

El auto logró salir de la carretera antes de estrellarse pero seguía su curso mientras las chicas gritaban, Jennie trataba de no perder el control del auto. Se desvío cerca de una granja rompiendo una cerca y fueron a estamparse contra un montón de paja que había enfrente.

-Wow, puedo ver que no quieres al bebé - dijo Lisa cuando el auto por fin se detuvo.