Capítulo 20

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*Perdón si me demoro en actualizar la historia, ya estoy en tercer año de Uni más el trabajo, no me deja mucho tiempo libre:(* 


Jennie miraba la mano de la rubia que aún seguía en su muslo, se quedó sin poder hablar un momento. Se comenzó a sentir nerviosa y no precisamente cómoda; la chica era hermosa y eso no lo negaba, sería la mujer perfecta en otras circunstancias, pero definitivamente no era "su mujer perfecta", a ella ya la había encontrado hacia tiempo. La castaña simplemente sonrió al recordar a su rubia, sonrisa que se borró cuando recordó que estaba a punto de perderla, así que delicadamente retiro la mano de la chica. Respiro profundamente e intentó sonar de la manera más amable.

-Podríamos beber algo o...- continuo insistiendo la rubia pero Jennie negó con la cabeza.

-Lauren eres hermosa - esto provoco que la rubia sonriera - Pero... Amo a mi novia... no estamos pasando por un buen momento pero... no quiero empeorar las cosas - miro con timidez a la mujer frente a ella.

-Sabía que no podías estar sola - la rubia tomó su bolso y bajo del auto - Fue un placer conocerte Jennie - se despidió haciendo un gesto con la mano, la castaña observo como se alejaba la chica que antes de entrar al edificio se detuvo - ¡Suerte! y tu auto es genial - y regalándole una última sonrisa a la castaña se perdió tras las puertas del edificio.

Jennie dejo caer su cabeza en el asiento, "no debí salir de mi departamento" pensó - Te voy a matar Bae - susurro entre dientes, tomo su bolso y comenzó a buscar su teléfono, no había olvidado su mensaje de todas las noches - Seguramente ya estará dormida - comenzó a escribir "Los extraños y los amo" , dibujo una sonrisa llena de melancolía, dejo su teléfono y volvió a poner el auto en marcha para dirigirse a su departamento. Definitivamente ese sería un fin de semana demasiado largo.

Lisa comenzaba a quedarse dormida cuando escucho el pequeño sonido que hacia su teléfono al vibrar sobre el buro al lado de su cama, se giró con un poco de dificultad, tener seis meses de embarazo no ayudaba mucho, tomó el teléfono y al ver el remitente del mensaje no pudo evitar sonreír.

-No lo olvidaste-

Puso una mano en sobre su pecho, su corazón latía rápido y eso también lo sintió el pequeño Kim que de inmediato empezó a moverse de nuevo. - Mamá te extraña - acarició suavemente su vientre.

De manera lenta y sin ánimo Jennie subía las escaleras  hacia su departamento, no dejaba de maldecir el elevador descompuesto.

-Solo a mi se me ocurre escoger un quinto piso - murmuraba entre dientes, llegó a la puerta de su departamento, con los tacones en la mano busco las llaves en su bolso.

-¡Estúpido bolso! - comenzaba a frustrarse al no encontrarlas pero algo hizo que detuviera su búsqueda, un ruido dentro de su departamento hizo que se quedara quieta, lentamente acerco su mano hacia la puerta y se dio cuenta que estaba abierta, frunció ligeramente el ceño y despacio abrió, sin hacer ruido entro dejando la puerta entreabierta, la luz de la sala estaba encendida y se sorprendió al ver su cocina limpia y en orden, "Deben ser unos ladrones ordenados", sin dejar de observar, tomo una sombrilla que había en la entrada y la levanto como si de un arma se tratara, camino despacio mientras seguía observando todo, dio un pequeño salto al sentir a Leo pasearse por sus pies - shh shh - le susurro, se detuvo cuando escucho que alguien salia de la habitación y caminaba por el pasillo hacia donde ella se encontraba, se colocó al final de la pared, tomo con firmeza la sombrilla, dispuesta a golpear a quien fuera en cuanto apareciera.

-¡Te atrape! - grito la coreana golpeando en la cabeza al intruso, pero al ver quien era se quedó sorprendida y asustada.

-¡JENNIE KIM! - grito Hyuna, le quitó a su hija su singular arma y con otra mano tocaba su cabeza.

Nueve meses  -(Jenlisa Adaptación)-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora