𝐓𝐫𝐞𝐬

981 183 16
                                    

Dos intentos de ser un idiota en la semana no podían convertirse en tres intentos de ser un idiota en la semana para alguien como Yoo Kihyun ¿cierto?

Dios, ni alguien de su misma edad había pasado por tanta estupidez. A los veinticinco años se supone que la gente viaja y trabaja luego de culminar sus estudios o crean sus propios bebés. No tienen relación en un banco lleno de lavado de dinero y luego en un intento de homicidio en una cafetería a las jodidas ocho de la mañana un jueves.

Se supone que su suerte no podía ser tan mala, no podía haber nacido con una maldición y Kihyun jamás, pero de los jamases había entrado a involucrarse en nada de hechicería negra como para formular esa excusa.

Oh no no no, solo pensar en eso su piel se eriza.

Kihyun salió, entrada la noche de la cafetería a horas tardías el sábado que le tocaba cerrar con candado todo, y exhaló.

No, nada va a pasar, Kihyun.

Respira, exhala.

Él no podía ser un imán para tales cosas ¿cierto?

No quería y no pensaría en ello.

Apretó el candado y se dio la vuelta. Caminó por la acera, en un camino lleno de luces de establecimiento cerrados y postes de luz nocturnos, incluso la noche había sido iluminada por estrellas parpadeante. Como en un cuento de Adas.

Muy bueno, no podía decir que lo consolaba el hecho de que la velada parecía sacado de un cuento de hadas, porque Kihyun amaba esos cuentos de hadas con historias donde al final los protagonistas tenía un felices para siempre. Los protagonistas solían terminar cumpliendo sus sueños y viviendo juntos por el resto de sus vidas en la larga eternidad.

Profundizando en ello, Kihyun quería una historia así para su vida, pero su tiempo de campus habían pasado y él no terminó sino pareciendo un ratón de biblioteca. Ser antropólogo no era tan emocionante como pareció creer durante sus últimos años de carrera donde incluso buscaba montañas y escalaba, apuntaba el telescopio al cielo para "ver que atrapaba".

Todo se resumía a conexiones y luego de abandonar Boston, Kihyun un poco que se aparto de ese mundo.

Oye, no es como si Kihyun hubiera echado su vida por el retrete por una mala elección de carrera y haberse mudado de estado. Él lo había meditado. Kihyun se había dicho hasta que punto quería viajar y darse una oportunidad en otros ámbitos antes de retomar su sueño de vivir como antropólogo con cuatro amigos cercanos a él durante toda la carrera. Kihyun solo quería respirar aire fresco.

A fin de cuentas, sus calificaciones de excelencia le había dado la oportunidad de viajar hasta Estados Unidos, de entrar a Harvard y bueno, por ello Kihyun había trabajado muy duro.

Por eso quizás, Kihyun podía tener tanta tolerancia. Él no era tan ignorante y joven como los demás creían. Con su cara de bebé, algunos incluso le calculaban dieciocho.

Kihyun sólo rió y sacudió la cabeza, para nada extrañaba esos años que ya habían zarpado.

El sonido de un arma estalló.

Alguien disparó, Kihyun.

Sus pies se detienen, sus hombros se encogen y él se hayo a sí mismo frotándose las manos y rogándole al cielo.

¿Por qué?

¿Por qué otra vez?

¿Por qué de todos a él?  Kihyun quería llorar y patear todo.

Perfecto Policía [ ShowKi ]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora