Cap. 11

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"¡¡DES!!"

-¿Lo vez?- interrogo en un susurro William, mirando a Des quien en esos momentos se asomaba cautelosamente por la entrada de la casa del rubio, trataba de ver si Jikan ya había llegado a la casa.

-No, creo que todavía no llega-respondió de igual manera que el rubio.

-¿Seguro?, te recuerdo que nuestra única esperanza es llegar a mi cuarto y no dejarlo pasar o sino va a ahorcarnos- dijo aún dudoso el oji amarillo, asomándose ligeramente por sobre el hombro del mayor tratando de divisar que en verdad no estuviera su hermano ahí.

-No lo veo, seguramente aún sigue buscándonos por el parque- respondió Des más confiado, mientras abría completamente la puerta y simplemente entraba a paso lento- ¿Lo vez?, no pasa nada-volteo a mirar al rubio quien se encontraba nervioso mirando sus acciones.

-¡Des espera! A él le gusta hacer- no termino su frase ya que de un momento a otro el de mechón ambarino era tirado al suelo por su hermano-emboscadas...- concluyo nervioso Will, entrando sin más a la casa, tenían que llegar a su cuarto.

-Chamacos... groseros se van... con los hijos de.... la gran... reverenda-exclamaba entre jadeos de cansancio Jikan, Des por su parte estaba aterrado debajo del más alto quien lo miraba como fiera, estaba más que enojado, ¡¡¡estaba enputadísimo!!!, ejem perdón colérico, que esto es horario familiar XD.

-¡Luke! ¡Que bueno que vienes!- se escuchó de repente, lo que hizo que el mayor de los tres se quitará de encima del ambarino y se levantará corriendo a ver hacia la puerta de la entrada, lamentablemente no encontró a nadie fuera de su casa, miro hacia atrás encontrándose con Will y Des, quienes se encontraban subiendo las escaleras, hubo unos minutos de contactó visual entre los tres, hasta que los dos menores ya más que paniqueados subieron corriendo lo que les quedaba de escaleras, para llegar a su única salvación, el cuarto que compartían.

El de hebras platinas no se quedó atrás y comenzó a subir las escaleras, no dejaría que esos dos pillos se salvarán de la buena  reprimenda que les esperaba.

-¡¡Corre dios!! ¡¡CORRE!!- gritaba desesperado el de gafas tratando de no perder la distancia entre ellos y su hermano mayor.

-¡¿Qué crees que hago?!-respondió con la misma desesperación Des quien rebasaba ligeramente al rubio, mientras Jikan comenzaba a alcanzarlos.

-¡¡Ni de broma se me escapan chamacos desobedientes!!- grito el mayor de los tres antes de sentir como caía al suelo por no lograr frenar antes de chocar contra un bote de ropa-¡¡CABRONES!!-exclamo más que enfadado el mayor.

Ambos chicos asustados simplemente salieron como alma que lleva el diablo hasta llegar a la habitación, ya dentro cerraron con seguro y ambos se recargaron en la puerta, tratando de regular sus agitadas respiraciones.

-Recuerdame...no no volver a entrar así a...a tu casa si.. si Jikan está está enojado- pidió entre jadeos de cansancio el mayor, al mismo tiempo en que dejaba resbalar su espalda por la fría caoba de la puerta, hasta llegar a sentarse en el suelo.

-Entendido y anotado, hasta lo apuntaré para que no no lo hagas de nuevo-contesto más calmado el rubio mientras dejaba caer su cabeza hacía atrás.


























¡No soy tuyo! ¡Ni de nadie! AMOLADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora