Cap. 4

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"Estrés..."

-Des...oye ¡¡DES!!-le grito el moreno a su compañero de tez más clara, provocando que el susodicho saltará un poco en el asiento de la mesilla en la que ambos chicos se encontraban comiendo.

-¿S-si? ¿Qué sucede Leo?- pregunto algo disperso el de mecha ambarina.

-Bueno primero pues disculpa si te asusté por mi grito no queria asustarte y segundo ¿Te sucede algo?- interrogó el moreno con notoria preocupación en su voz y mirada, la cual se encontraba posada en las acciones del más alto.

-Descuida no te preocupes estoy bien-dijo el de ojos ámbar mientras desviaba su mirada, tratando de no chocar con los verdosos orbes de su compañero.

-¿Me lo dices por la disculpa o por la pregunta?- nuevamente pregunto el azabache a la vez que buscaba aquellos ojos cual soles de su contrarió.

-Lo digo por ambas cosas...de verdad estoy bien-dijo a la vez que trataba sonreír de una manera convincente, sin mucho éxito, pues en vez de una sonrisa sus labios formaron una mueca llena de nerviosismo.

-Aja y yo soy un Dios- comentó algo sarcástico el chico de estrellas en su cabello, aún buscando conectar su mirada con la de el chico enfrente suyo- Vamos Des soy tu amigo o...¿No lo soy?- mencionó algo cavisbajo el de piel acanelada mientras bajaba un poco el tono de su voz.

En ese momento el de tez clara volteó bastante sorprendido sobre el comentario dado por el menor, ellos llevaban ya casi 2 meses como compañeros y amigos, durante esos dos meses pudo verificar que Leo no era para nada igual a los demás alfas o compañeros que tenía dentro de el instituto, él chico moreno no era ni siquiera remotamente parecido a nadie de las personas que le rodeaban.

Aquel chico que poseía dos esmeraldas por mirada se logró ganar su confianza en menos de un día, literalmente, ya que después de el día nevado en donde ambos habían salido algo heridos gracias al desgraciado cabellos de explosión, el simplemente termino teniendo total confianza en aquel chico con estrellas en el cabello, en verdad el era alguien muy inusual.

-Leo...- le llamo el de mechón ambarino haciendo que el más bajo levantará un poco su cara,chocando así sus miradas- claro que eres mi amigo, solo me encuentro algo disperso pero no es nada de lo que debas preocuparte- dijo el más alto a la vez que tomaba una de las manos de su contrarió haciendo que a éste le recorriera un tipo de corriente eléctrica a través de todo su cuerpo, haciendo que sus mejillas tomarán un pequeño rubor.

-¿D-De verdad?- preguntó el moreno ya algo nervioso pero con una sonrisa algo boba plasmada en sus labios.

Tal acto se le hizo tierno al de tez blanca, riendo ligeramente a la vez que en su sonrisa mostraba alegría, ternura y cariño,algo que dejó todavía más embobado a el menor, haciéndolo colorearse de rojo completamente.

-Si eres un gran amigo te apreció mucho, eres demasiado...especial para mí Leo- confesó el de orbes ámbar aún regalandole la sonrisa llena de cariño al menor, acompañada de un ligero tono carmín que adornó sus mejillas.

-T-tu también eres muy especial para mí Des...-soltó el de mirada verde a la vez que se aferraba un poco a la mano del contrario sorprendiendolo y produciendo un aumento de sonrojo en la cara del más alto.

-Me me alegra saber eso-rio ligeramente el de piel blanquecina, su estrés había desaparecido como siempre lo hacía cada vez que estaba cerca de Leo.

-Oye Des ¿Qué tal si después de la escuela vamos a comer un helado?- pregunto el moreno con entusiasmo a la vez que miraba con ilusión al chico a quién dirigía su pregunta- podemos ir nosotros dos y los demás chicos ¿qué te parece?

¡No soy tuyo! ¡Ni de nadie! AMOLADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora