¡No soy tuyo! ¡Ni de nadie! AMOLAD

Cap. 6

"Un nuevo amigo..."

Pov. Des

Mi cabeza duele a horrores...

Me siento muy cansado...

Mis párpados se sienten tan pesados que se me dificulta abrirlos, pero logró hacer dicha acción, veo un techo de color azul rey, este parece tener ciertos detalles sobre la capa de pintura algo oscura, creo que son constelaciones aquellos pequeños puntos plateados, unidos con una ligera línea dorada.

Bien con eso estoy completamente seguro que no me encuentro en casa, ahora que lo pienso...estaba en el parque debajo del árbol de magnolias y mi camisa estaba completamente roja...espera un momento...roja...¡¡¡estoy desangrandome!!!

Pov. Omnisciente

En ese momento se levantó de golpe completamente alarmado, produciendo que su cuerpo le "reclamará" haciendo que un dolor inmenso lo recorriera completamente, provocando que el oji ámbar se doblará, al mismo tiempo que lo dejaba algo inmovil de la parte abdominal y con esto tratara de parar ese dolor al abrazarse a si mismo.

Después de unos minutos aquel dolor comenzó a disminuir, dejando que el cuerpo del chico se relajará y pudiera dejar de abrazarse por el dolor.

Su respiración se encontraba agitada y su cuerpo sudaba frío, ¿Qué fue eso?, el de mechón ambarino dirigió su mirada hacia su estómago y vio que se encontraba vendado a grandes rasgos en esa parte de su cuerpo, ¿De verdad...tan mal estaba? ¿Había recibido tanto daño?.

La respuesta era clara, por lo cual lo único que hizo en esos momentos fue suspirar pesadamente, sin embargo no podía quedarse pensando, no sabía dónde estaba ni quién le había llevado, debía averiguarlo a la vez que debería tener mucho cuidado, no sabía si a caso la persona que le rescató era alguien con buenas intenciones, ser un Omega en casa agena no atrae nada bueno, por lo que con bastante cuidado y algo de dificultades se puso en pie, a la vez que analizaba el lugar en el que ahora se encontraba, parecía una habitación común, era de buen tamaño, las paredes eran de un color azul platino, mientras que en la parte del fondo se hallaba un armario con las puertas cerradas, a la vez que más enfrente de este, pegado a la pared de la izquierda se podía ver un escritorio, en el que reposaba una laptop junto a unos libros y una lámpara de pequeñas dimensiones, un poco más adelante en la parte derecha había un estante repleto de libros, debajo de este se podía ver un sillón de terciopelo negro para dos personas y un poco más lejos se hallaba la cama individual en la que anteriormente se encontraba reposando, mientras que en medio de la cama y una puerta entreabierta que parecía ser un baño había una ventana con las cortinas abiertas dejando entrar la luz artificial que proporcionaba un farol de la calle.

Después de haber analizado su entorno el oji ámbar divisó lo que al parecer era la puerta de salida de aquella habitación, está se encontraba en un espacio considerable entre el escritorio y la ventana.

El más alto aún con notorias dificultades se encaminó al humbral y con algo de nerviosismo tomo el pomo de aquella puerta de madera algo brillante, a la vez que suspiraba ligeramente, para después con gran desicion abrir aquella puerta y sin más salir, despues de unos momentos una luz segó un poco los ojos del chico, debido a que anteriormente donde se encontraba la luz no estaba encendida, por lo que se tomó unos segundos para que su vista se acostumbrara a la luminosidad.

Después ya con la visión clara el de mecha ambarina se vio en lo que era un pasillo, aún algo extrañado decidió caminar un poco, para así saber qué lugar era en el que se hallaba, saber quién le había ayudado, ver si encontraba sus cosas y de paso tal vez salir de ahí sin problemas, siguió caminando hasta encontrarse con unas escaleras que lo llevaban a la planta baja de aquel lugar, a la vez que justamente estás le dirigían a la puerta de salida de la casa.