Cap. 12

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"Siempre estás ahí..."

-Por favor abre los ojos- hablaba con calma una voz bastante cercana a su oído, sin embargo a pesar de la paz que está le traía tenía miedo de hacer lo que le pedía, así que negó con ligereza-Por favor Des, confías en mi ¿No?- tenía miedo, pero tenía razón confiaba en quien le dedicaba esas tiernas palabras, un ligero suspiro salió de sus labios mientras poco a poco abría sus ojos.

Frunció el seño en son de molestia debido a la luz que llegaba a sus ojos.

-¡Que alivio que estés bien!- después de esa exclamación sintió como alguien le abrazaba, con algo de torpeza correspondió esa muestra de afecto, sentía como esa persona restregaba su cabeza en su pecho, suspiró con algo de confusión, pero sabía muy bien de quién provenía ese adorable aroma a canela, una boba sonrisa se plasmó en su rostro mientras acariciaba con una de sus manos la cabellera rebelde de aquel chico que parecía un gatito asustado.

-Leo...¿Qué sucedió?- hablo calmadamente el mayor, al mismo tiempo que baja su mirada, encontrándose con esos orbes esmeralda que de alguna manera le traían paz a su ser.

-Caíste por tu ventana...- exclamó con preocupación.







[...]










El atardecer poco a poco comenzaba a hacerse presente, pronto caería la noche pero no se quedaría tranquilo hasta ver que su compañero ambarino se encontraba bien, no quería meterlo en problemas con su familia por escapar de su primo, por ello ahora se dirigía a la casa del mayor.

No tardo mucho en llegar, gracias a que el asistente de su padre lo llevo en su auto,  el susodicho había llegado temprano del trabajo y no le costo mucho convencerlo que lo dejará ir a ver a Des, al momento de llegar bajo con los nervios a flor de piel, sin embargo ese sentimiento se desvaneció cuando un grito algo desesperado se escucho en la distancia.

Abrió sus ojos con sorpresa y miedo, al mismo tiempo que salía corriendo para atrapar a su compañero ambarino que caía por la ventana del segundo piso de su casa, no sabia como pero de alguna manera su cuerpo reacciono por si solo, haciendo que derrapará en el jardín y con ello había logrado atrapar al más alto.

Su corazón latía acelerado y con miedo de que Des se hubiera lastimado, rápidamente enderezo boca arriba al mayor tomando entre sus manos el rostro del mismo, con cuidado comenzó a revisarle no estaba despierto y eso lo alerto, acelerando  su corazón en son de preocupación, pero la delicada brisilla que sentía cerca de sus manos lo hizo suspirar de alivio, seguía respirando con normalidad así que estaba bien.

Con cuidado se sentó en el pasto y acomodo la cabeza del inconsciente chico en uno de sus hombros, trataba de calmarse pero aún le preocupaba que se haya desmayado en medio de la caída, sin embargo no pudo quedarse más tiempo apreciando al joven entre sus brazos, ya que dos personas más se hicieron presentes, en sus rostros se apreciaban claramente el miedo y preocupación por el más alto.

-L-Leo ¿Qué haces aquí?- hablo con cierto nerviosismo Will acercándose al moreno lentamente, no quería alertarlo de alguna manera, pues la mirada afilada del alfa enfrente suyo no era normal, parece que el ver a Des en peligro activo ciertos instintos dentro de él.

-Venia a disculparme con tu primo por lo que hicimos hoy en la tarde, no quería causarles problemas ni a ti y mucho menos a Des, pero...-El oji verde dirigió su mirada al más alto que respiraba con cierta pesadez, al parecer necesitaba ir a un doctor, la conmoción de pensar en caer pudo haberle causado algo.

¡No soy tuyo! ¡Ni de nadie! AMOLADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora