¡No soy tuyo! ¡Ni de nadie! AMOLAD

Cap. 10

"Arrepentimiento..."

-¿Por qué me das esto?...- interrogo un joven de cabellera ambarina a la pequeña chica enfrente suyo que le miraba sonriente al mismo tiempo que le entregaba una pequeña florecilla de color amarillo- respóndeme...- dijo calculador como siempre el chico.

La joven de cabellera azabache río con dulzura mientras ponía la flor en el cabello del contrario sorprendiendo al susodicho, ante esa acción dejo de lado por un momento el libro que se encontraba leyendo, mirando ahora curioso a la chica, está nuevamente sonrió para seguido al fin responder a la incógnita del de orbes ámbar.

-Siempre que veo esas flores me recuerdan a tí y vaya que combinan muy bien con tu cabello- sonrió dulcemente al mismo tiempo que se levantaba y caminaba en dirección a una lujosa cabaña , dejando a un avergonzado joven en medio de aquel inmenso jardín.

-Señor... Disculpe ¿está ahí?...

Nim despertó de aquel hermoso sueño o mejor dicho recuerdo, mientras que levantaba con pesadez su cabeza de sus aparentemente cómodos brazos que estaban haciendo de almohada entre su cabeza y el escritorio de caoba, se había quedado dormido en su despacho.

-Señor ¿Se encuentra bien?- nuevamente la voz de una de sus sirvientas le llamaba, este algo somnoliento solo atino a afirmar con un ronco "Si...".

-Entendido, por cierto la comida está lista, ¿Gusta que la traiga a su despacho o al comedor?- preguntaba la joven Omega esperando una respuesta, luego de unos segundos retrocedió algo asustada al ver cómo la puerta de aquella habitación se abría lentamente, dejando ver a un cansado hombre de cabellera ambarina completamente despeinada, algo fuera de lo común en aquel Alfa de gran etiqueta y elegancia, dejando perpleja a la joven.

-Que me sirvan en la terraza Susan...- respondía aún ronco el mayor, mientras pasaba una de sus manos por su despeinada melenap.

-¿E-escuche bien señor? Dijo...¿La terraza?- interrogaba nerviosa la pequeña chica al pensar en un regaño por parte de su patrón por cuestionarlo.

-Si...- dijo con total tranquilidad y simpleza el mayor, respiro hondo y añadió-en un momento voy, gracias Susan- cerro la puerta de su despacho dejando a una impactada mucama, acaso...¿había agradecido su labor?...

Por otra parte Nim trataba de dejar su somnolencia sacudiendo con ligereza su cabeza, miro hacia su ventana la cual se encontraba cubierta por una cortina roja, pensó en mirar, pero se resigno con un suspiro, se paró recto como era costumbre se arregló el saco y la corbata, al igual que las mangas, seguido se acercó a un espejo ubicado a su izquierda donde se dió una mueca de asco al ver lo despeinado que se encontraba, comenzó a tratar de peinarse nuevamente con solamente sus dedos, cuando un recuerdo apareció de repente en su cabeza.

~•~×~•~

-¡Vamos Nim! ¡solo dame 5 minutos!- pedía haciendo un puchero una chica de aproximadamente unos 15 años a un joven de aparentemente la misma edad, el cual se encontraba sentado en un banquillo de aquel balcón blanco en el que ambos se encontraban discutiendo.