Cap. 13

69 9 5
                                    

Hace ya varias semanas que el accidente de Des había pasado, pero últimamente el mencionado se encontraba en las nubes, se distraía constantemente durante las clases, se quedaba dormido durante ellas o bien se perdía entre sus pensamientos al estar hablando con los demás.

Su actitud era tan extraña que varios de sus profesores hablaron con él, preguntando si tenia problemas en casa o si acaso alguien le estaba haciendo daño, pero Des simplemente contestaba con un simple "Solamente no he podido descansar bien, nada de que preocuparse", los profesores no podían hacer más, aunque le llamaran muchas veces para hablar con él recibían la misma respuesta.

Por otro lado, estaban su familia y amigos, quienes trataron de ayudar también, pero todos recibían un "Estoy bien, no hay necesidad de que preocuparse" como respuesta, incluso Leo había intentado hablar con él mayor, sin embargo ni siquiera él logro algo, lo que solamente preocupo más a los demás

Los días pasaban y el chico de orbes ámbar simplemente no cambiaba su actitud, al grado en que sus profesores ya estaban pensando en llamar a su padre con tal de saber lo que sucedía...

-Profesor yo hablaré con él, de verdad- trataba de convencer el moreno a su profesor de historia- no es necesario llamar a... su padre- soporto las ganas de decir algo desagradable al mencionar a aquel hombre que solo había dañado a su amigo.

-Leo me lo has dicho ya varias veces y la actitud de Aeva no cambia, ya van 3 veces en la semana que se queda dormido en mi clase y hoy ni siquiera entrego lo que solicite-hablaba con seriedad el hombre mirando dudoso al menor.

-Lo entiendo, pero le prometo que esta vez será diferente- sonrío con nerviosismo Leo, lo cual no convenció al profesor, sin embargo le daría una oportunidad más a ese par, además Des era uno de sus mejores estudiantes y como todos puede llegar a aburrirse de lo que hace.

-Bien Leo, es su última oportunidad, a menos que vea que Aeva cambie su actitud en las siguientes clases y claro en la mía, no llamaré a su tutor- explico el maestro haciendo sonreír con esperanza al menor- pero por favor ten en cuenta que si eso no pasa, me veré obligado a llamar a su padre- especifico el profesor y sin más el moreno salió un poco aliviado de aquel salón.

-¿Qué te dijo?- pregunto un peli plata mientras miraba serio al menor,  desde él accidente de Des el primo de este se había vuelto más calmado y amigable, por así decirlo con el moreno, el novio de su hermano era otra cosa, el seguía dentro de la lista negra.

- Que espera que Des cambie su actitud o llamará a su padre...es la última oportunidad que tenemos- comento sonriendo con preocupación Leo, a la vez que trataba de contener un suspiro cargado de frustración por no poder ayudar a su compañero.

El mayor de ambos asintió, pera después tomar su mochila del suelo y colgarla en su hombro, seguido comenzó a caminar por el pasillo en son de retirarse a su hogar, por su lado Leo le imito caminando justo tras este, el silencio se hizo presente a penas por unos cuantos minutos, antes de ser roto por la voz algo desesperada de un chico rubio quien llegaba de la dirección a donde ellos caminaban.

-¡¡Jikan!! ¡Des se fue!- dijo aún en la distancia antes de parar enfrente de los otros dos chicos, quienes algo asustados le miraban recuperar el aliento- me dijo que iba al baño, tardo un rato así que entre a ver si algo sucedía- se detuvo Will por unos instantes, antes de tomar una bocanada de aire y terminar con su relato- pero, pero él no estaba ahí.

-Tranquilo Will seguro se fue a casa- exclamo el oji esmeralda tratando de aminorar la preocupación que se tenia en ese momento, aunque sabia que no lo lograría como tal.

-Se ha comportado extraño durante este tiempo, dudo que haya ido a casa- dijo el de gafas ya más recuperado de la carrera que había hecho, desde el baño de la escuela donde perdió de vista a Des, paso por el segundo piso del edificio, los otros 4 baños que había y por último en el gimnasio, al final solo pudo ir en busca de su hermano y Leo, ya que el de tez blanca no se encontraba por ninguno de esos lugares.

¡No soy tuyo! ¡Ni de nadie! AMOLADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora