Cap. 8

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"Recuerdos..."

–Son unos desobligados, principalmente tú Jikan que deberías darle un buen ejemplo a tu hermano, además de cuidarlo y tu tendrías que calmar a tu novio William–regañaba a sus hijos una jóven mujer de aproximadamente 30 años, de mediana estatura, ojos amarillos, portando un vestido rojo y cabellera platina amarrada en una coleta baja al igual que el mayor de los hermanos, que ahora solamente se encontraban sentados en la sala escuchando atentamente a su madre, manteniendo su cabeza agachada sin rechistar y susurrando ligeramente disculpas poco audibles para la dama enfrente suyo–ademas Luke te pido que por favor no le sigas la pelea a Jikan es suficiente con tenerlos a ellos 2–reclamo aún sería la mujer, a la vez que veía al oji dorado en la misma posición que sus hijos, mientras esté asentía y pedía perdón, aunque con un tono de voz algo tímido y sumiso, siendo esto un punto inusual entre la personalidad alocada del albino, esto en cierto punto enternecio a la dama, por lo que sonrió acercándose al chico y le acarició la cabeza con cariño–tranquilo solo no lo vuelvas a hacer–dijo dulce mientras observaba como el albino le miraba con los ojos luminosos ante su ligera caricia.

–¡Hey! ¡¡Eso no es justo mamá, a él si lo perdonas y a nosotros nos mandas a comer camote!!–reclamo el mayor de los hermanos, a la vez que se levantaba de su asiento y señalaba de manera acusadora a su madre, quien ahora era abrazada por el albino, que parecía más que nada un pequeño niño feliz de que su madre le consintiera, aunque no lo fuera claro.

–Silencio Jikan, porque tú eres quien inicia todo, además de que por tus acciones casi le cae encima el candelabro a tu hermano–dijo la oji amarillo, mientras miraba molesta al chico, que solo atinó a bajar su mano y volverse a sentar con una expresión repleta de vergüenza, su madre tenía razón.

¿Qué estaba sucediendo en estos instantes?

Bueno déjenme explicarles, en el momento en que él chico de cabellos platinados se avento hacia el candelabro logro quedar medio agarrado de este,  sin embargo el mismo colgante no aguanto el peso de los dos chicos sobre el mismo y en menos de lo que canta un gallo se desprendió del techo, haciendo que el objeto callera, sin embargo los dos varones quedaron colgados todavía, debido a que el albino se había lanzado hacia el barandal de las escaleras y se agarró de aquel quedando aún suspendido en el aire, mientras el oji gris colgaba de los pies del susodicho.

Por otra parte el candelabro ya se encontraba desechó en el suelo, y a su lado se hallaban Will y Des tirados en el suelo, ¿Por qué?, A bueno es que el candelabro al desprenderse de la parte superior pues...¡¡CASI APLASTA AL RUBIÓ!!, pero gracias a que el de mecha ambarina se avento a quitar al menor, ambos lograron quitarse y no ser dañados por ese objeto, pero pues de un buen golpe contra el suelo si no se salvaron.

Pero aparte de eso, el verdadero problema era que justo en la puerta principal ya se hallaban 2 personas observando estupefactos aquella escena, la dama ya antes descrita y un hombre alto de tez clara, ojos color canela y gafas, vestido con un traje negro y corbata impecables, exactamente los padres del par de hermanos que ahora estaban más que fritos.

Y simplemente eso fue lo que pasó, aunque la verdadera pregunta es, ¿Donde esta Des ahora?

–Madre, ¿que están haciendo Des y mí padre?– pregunto Will, dirigiendo su mirada avergonzada hacia su madre, la cual quitó su gesto molesto y sonrió ligeramente–estan en el estudio, ellos deben hablar a solas querido–respondió más calmada la mujer, mientras acariciaba los cabellos blanquecinos de Luke quien ya se hallaba dormido aún abrazando a la dama, que aunque era su suegra le trataba como su propio hijo.

¡No soy tuyo! ¡Ni de nadie! AMOLADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora