Calidez

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Los colores predominaban en el cielo matutino mañanero. Nubes cubriendo la luz abrasadora y pájaros revoloteando de un lado para otro sin rumbo alguno. Las calles estaban solitarias, más que todo por el vecindario en el que actualmente se encontraba su edificio. El día era bonito en realidad, si se comparaba a lo que estaba acostumbrado a ver, que era de un tono más grisáceo comparado con las calles de reino unido, donde el frío predomina parte de sus climas.

Era bello, aunque desgraciadamente no lo podía apreciar del todo por dos simples factores;

El primero: La mayoría de cosas me parecían grises, amarillas y azules pálidos (o comparado con lo que las personas podías ver)

Y el segundo, pero no menos importante: Por estar a casi el borde de la muerte por el maldito esfuerzo físico que estaba llevando mi cuerpo.

- Vamos George, no llevamos ni media hora.

Nunca fui amante de los deportes después de que dejé la niñez atrás. Me conformaba más con los trabajos en casa o débilmente con cualquier otra cosa que no tuviera la palabra "esfuerzo físico" en este. Lo odiaba, más que todo si se trataba de trabajar en cardio envés de ping pong.

- ¿Por qué te tuve que acompañar? - Jadeé ante el sentimiento de cansancio y pesadez en mis piernas - ¿Y desde cuando mierdas haces ejercicio?

- Porque tú insististe. Además, hago esto desde siempre. Puede que sea streamer y todo, pero también me importa mi salud física - Alzó los hombros y freno se encaminó hacia donde yo me encontraba.

A la mañana me desperté por el sonido de algo moviéndose cerca mío. No le presté tanta atención en un principio. Fue más el beso en la mejilla lo que delató el hecho de que no me encontraba dormido del todo. Vi a Dream arreglado y con "ropa deportiva", por así decirlo, y le pregunté a dónde iba. El solo me respondió que iría a trotar un poco y que luego volvería cuando me encontrara más despierto, ya que, efectivamente, era un perezoso para esas cosas.

Yo, una persona la cual no se puede atragantar su orgullo en muchas de las situaciones amistosas, pedí la oportunidad para acompañarlo y hacer ejercicio con la excusa de que quería pasar tiempo con él. Problema final; ahora mismo me encontraba respirando con dificultad, junto con un dolor contundente en el pecho, la camisa prácticamente mojada de todo el sudor que mi cuerpo tiraba por la borda y los pies básicamente quemando por la planta.

Me iban a salir agujetas nada más volver a casa, de eso estaba seguro.

- Necesitas que paremos o...

- Si, por favor.

No estaba cansado, sino muerto, notando como mis músculos se tensaban por cada segundo que pasaba. El otro apenas traía una botella de agua, la cual ya se encontraba prácticamente vacía gracias a mí. Mis manos sostenían el peso de mi cuerpo, apoyándome en mis muslos. Tragué con dificultad un poco de saliva que se estaba acumulando en mi boca y volví a respirar hondo, notando como mi pulso se calmaba un poco.

Sentí a los minutos de volver a mí mismo una mano entrelazar con la mía. No era demasiado misterio saber de quién era. Una pequeña sonrisa se atravesó por la comisura de mis labios, apretando el agarre de manera reconfortante.

Habían pasado una semana y media después del trato que habíamos empleado y dos semanas desde que llegué a Florida. Todo había ido bien. Cada uno hizo sus transmisiones en el tiempo, se comentó sobre los planes futuros y los canales siguieron creciendo. Era maravilloso.

- Creo que deberíamos volver a casa - Asentí a su petición, la cual era la mejor para los dos, más que todo para mí.

- Ok

Desde Mi Perspectiva - DreamNotFoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora