Un Día Entero Juntos

4.9K 540 848
                                    

Lo primero que sentí cuando abrí los ojos fue un leve olfateo en mis cabellos. Rápidamente me asusté y salté del lugar en donde anteriormente me encontraba acostado. Con poca voz logré quejarme un poco por el leve golpe que obtuve en mi espalda por haberme golpeado con el piso. Estaba a punto de dirigir una palabra en queja a lo que me había despertado, pero un pequeño maullido retuvo toda idea que querían salir de mi boca.

Patches, una gata de diferentes tonos de pelaje, se encontraba mirándome directamente hacía mí con su cola medio erizada y en posición de querer defenderse de algo. Mis ojos se quedaron en blanco por un momento. El día anterior diría que lo primero y único que hice después de llegar a casa fue acostarme directamente en el sofá sin prestarle atención a lo que me rodeaba, eso incluía a la mascota de mi mejor amigo.

Mi conciencia y sentidos llegaron a la realidad otra vez. Miré a mi alrededor, encontrándome con unos pequeños rayos de sol que salían de una de las ventanas cerca de la sala, pero eran muy tenues, seguramente apenas estaba amaneciendo, lo que significaba que me había quedado dormido más de doce horas. Después de mirar mejor mi alrededor y recordar alguna que otra cosa, me levanté del suelo y me senté en el sofá, alejado de Patches para no molestarla mientras ella me fulminaba con su mirada.

A tientas logré encontrar mi móvil, que permanecía en la mesa de la sala. Apenas tenerlo lo primero que me encontré fue con la bandeja de notificaciones llena de mensajes en privado, tweets de amigos míos, algunos snaps no leídos y una llamada perdida de mi hermana y mi padre. Lo primero que hice fue avisarle a mi familia que estaba bien, a lo que todos se pusieron tranquilos y comenzaron con la ráfaga de preguntas de porque no les contestaba. Cansado de todo, volví a poner el aparato en la mesa y dirigí mi mirada a la gata, que apenas volvió su mirada a mi silueta y se acercó sutilmente a donde me encontraba.

- Hola - Murmuré un poco suave, pues al ver mi reloj pude encontrarme con que apenas eran las seis de la mañana y lo más probable es que Dream siguiera durmiendo - Psps, Patches - Cuando emití este sonido ella se acercó con más confianza. Yo alce un poco mi brazo derecho y lo deje quieto para que ella me oliera primero. Segundos después de que la pequeña cerciorará que no era ninguna amenaza frotó su cara contra mi mano, buscando mimos - Aww, hola pequeña - Le dije, aunque sabía que no iba a recibir respuesta alguna. De su parte, al apenas poder tocarle su cabeza y su cuello, pude percibir pequeños ronroneos viniendo de su garganta.

Estuve ahí unos cinco minutos, pues luego la pequeña minina salto de mi hacía el suelo y dirigió su cuerpo hacia la cocina, seguramente donde se encontraba su plato de comida. Después de quedarme unos segundos quieto, en donde solo podía escuchar mi respiración y algunos pájaros cercanos cantando, di mis pasos encima de los que la gata había dado anteriormente, yendo a la cocina del apartamento. A simple vista podría notarse que el lugar no era ni tan pequeño ni tan grande. No era lo más lujoso, pero su organización y decoración lo hacía ver como algo cotidiano. La cocina no era de menos. Un mesón con decoración entre claros y oscuros (seguramente blanco y gris u otro color) junto con unos papeles amontonados en una de sus esquinas. El fregadero junto con algunos trastes, la encimera, una waflera, una sandwichera, una máquina para hacer café e instrumentos de culinaria y cocina básica.

Apenas logré escuchar pasos vinientes detrás mío. Mi cuerpo se giró hacía donde estaba el pasillo que llevaba al cuarto principal; al baño y a la habitación de invitados. Lo primero que encontré fue la silueta de alguien recién levantado, con sus cabellos revueltos igual a un nido de pájaros, la camisa clara arrugada y unos pantalones deportivos anchos.

- Buen día Dream - Saludé con una pequeña cálida sonrisa, a lo que solo recibí un pequeño bostezo del más alto.

- Buen día... - Se le notaba bastante cansado, demasiado en realidad. Me impresionaba la manera en la que aún podía seguir caminando - Que haces despierto a estas horas... - Dijo con la voz un poco ronca. Se acercó a la cocina y fue a una de las alacenas, sacando comida para gatos, seguramente para Patches.

Desde Mi Perspectiva - DreamNotFoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora