Semidioses X Magos Aqua Collins

Festo me cae mejor que este

MARATÓN 2/2
Si alguna vez el oráculo le hubiera dicho a Aqua que tendría que pelear contra un dragón griego ella sin dudarlo se hubiera burlado y hecho algún par de bromas; pero ese no era su caso.

Los gritos de la multitud fueron eclipsados por el potente rugido de la criatura que estaba a nada de almorzarla, gracias a la advertencia del publico logro lanzarse rodando esquivando ser papilla de semidiosa, se quejo un poco por el dolor de la caída repentina pero se vio obligada a dejarlo de lado, tenia que pensar en un plan de inmediato.

-vamos piensa piensa cabeza de chorlito- se repetía mientras corría en dirección contraria de la criatura.

Logro encontrar el escondite perfecto detrás de una roca, al menos le serviría para darle unos segundos para pensar. Había logrado perderse del radar del dragón que seguía sacando humo por la nariz buscándola con la mirada. Suspiro recomponiendo el aire perdido, tenia que concentrarse de una vez, forzando su oído se dedicaba a escuchar los comentarios del hombre curioso que parecía ser el encargado de informar a la audiencia lo que ocurría, ignoraba las leves bromas sobre su nulo uso de varita y se concentraba cuando escuchaba algún comentario sobre la situación con el dragón.

Aqua saco un poco la cabeza de su escondite para mira sus opciones, se encontraba algunos metros lejos del dragón y el huevo dorado, así que la idea principal seria distraerlo pero ¿como lo haría? Dirigió su mirada a su mano, en ella tenia su espada pero seria inútil contra un bestia de una tonelada, con una mueca descarto la idea.

Volvió a asomar el rostro en busca del dragón, seguía en su lugar pero algo le impidió ver con claridad, un pequeño rayo de sol le había impactado en el rostro haciendo que viera pequeñas motas por algunos segundos

-¿es enserio apolo? no necesito que me conviertas en una estrella reluciente- chillo Aqua frotándose lo ojos con impaciencia.

Apolo pareció ignorar su reclamo y volvió a lanzar una pequeña ráfaga de sol a su espada haciendo que la luz rebotara en diversas direcciones.

Aqua miro confundida su espada ¿apolo quería que peleara?. volvió a mirar al dragón y lo comprendió.

Armo rápidamente un plan en su cabeza, podría ser un éxito o un desastre pero al menos tenia un plan. Aqua salio de su escondite con el arma empuñada y un pequeño costalito en la otra mano; los gritos de la multitud volvieron a resonar por el lugar enfureciendo al dragón.

-ey tu cosa- grito llamando la atención del dragón

los murmullos incrédulos resonaron a su espalda, lo mas seguro que estarían pensando que era un idiota o sucicida...al menos suicida si podía serlo y mas por lo que estaba por hacer.

-¿que te parece devorarme he- volvió a gritar.

La criatura no lo dudo y comenzó a correr en su dirección enseñando su perfecta dentadura llena de afilados dientes dispuesta a devorarla de un bocado. Con rapidez Aqua saco el pequeño sol de la bolsa lanzándolo al aire; intentando ignorar el hecho de que el dragón estaba a un metro de ella, se concentro sintiendo como el agua emergía de sus manos. Sintió como el dragón se detuvo abruptamente soltando un alarido de dolor.

Aqua sonrió con suficiencia, su plan había funcionado como quería o al menos la primera parte de el. El dragón se encontraba rodeado de una capa de agua que reflejaba con mucha intensidad los rayos del pequeño sol dejando sin poder ver a la criatura; quien diría que escuchar hablar a An sobre las propiedades reflectivas del agua le salvaría el trasero algún día.

Aqua sintió un leve mareo al sentir un golpe del dragón en su barrera pero se obligo a reforzarla mientras caminaba de forma apresurada en busca del huevo que protegía el dragón. Soltó un suspiro de alivio cuando logro verlo, corrió en su dirección alzándolo entre sus manos sintiendo el peso en ellas. La multitud estallo en gritos de alegría y entusiasmo, Aqua logro escuchar los gritos de sus amigos y por fin pudo verlos en una de las gradas llenos de pintura azul por toda la cara y con unas enormes sonrisas en el rostro hasta Nico sonreía aliviado de verla viva.