Semidioses X Magos Aqua Collins

Día con Dumby

Abrí los ojos para mirar asombrada al Olimpo después de la guerra había quedado destrozado pero Annabeth había echo un trabajo perfecto remodelandolo.
-oye listilla, eres una maestra en arquitectura- la halagué cuando recupere el aliento.
-que bueno que te gusta Aqua y espera a ver el templo de tu padre- me agradeció emocionada ganándose una mirada de recelo de Percy.
Caminamos entre los templos hacia los tronos donde nos esperaban nuestros progenitores de vez en cuando me detenía a saludar a algún dios menor o a las ninfas que puedo decir gracias a que viví la mitad de mi vida en el Olimpo supongo que me hice popular.
-ya era hora- escuche la voz de mi tío cuando llegamos.
-lo lamento padre tuvimos un leve retraso- se disculpó algo nervioso Jason, me sentí un poco mal al ser la culpable.
-Gracias por apoyarnos con las bendiciones- interrumpí antes de que me echaran de cabeza, la actitud de Zeus cambio drásticamente al verme.
-no agradezcas nada Aqua querida- hablo Zeus, todos me miraban con cara sorprendida pero ey no es mi problema que tío Zeus tenga debilidad por mi precioso ser.
-será mejor que empecemos, Aqua y Nico acérquense por favor- pidió Hécate haciendo presencia, no me gustaba lo que venía recibir bendiciones tiene su lado positivo y negativo y este último es una lista más grande.
Me acomode el cabello cuando termine de vomitar mi desayuno en la primera maceta que encontré vi que Nico no había vomitado pero por su aspecto parecía apunto. Los demás imitaron nuestra acción con algo de miedo al ver las consecuencias.
-no sean miedosos pringanos a ellos les afecto más porque tienen más bendiciones nuestras- les gruño Ares apuntándole con su hacha.

Tenían razón ninguno había sufrido los mimos efectos que nosotros, cuando me recupere regrese a la plática un tanto mareada.

- la Victoria no se alza sin sacrificios- exclamo Nike acomodándose su corona.

-muy bien ya que todos están bendecidos pueden marcharse excepto ustedes claro- nos señaló Atenea, me despedí rápido de los chicos todos me dieron abrazos y besos ya que no nos veríamos hasta ese torneo raro.
-cuídate enana- dijo Jason
-se ma más sexi del lugar o bueno intenta imitarme simplemente- me aconsejo Leo
-no seas tonto Leo, ten cuidado Aqua no hagas alguna tontería- me advirtió Annabeth
-ten cuidado con los chicos- aconsejo Piper
Sonreí soltándonos de nuestro abrazo grupal dejando que se despidieran de Nico, mire a mi hermano que parecía intentar estar lo más lejano de mi posible.
-emm ten cuidado Percy- me dije algo incomoda por hablarle sin querer golpearlo, no me respondió pero al menos asintió con una pequeña sonrisa en el rostro, algo es algo.

-ven sobrina es hora de entrenar con el mejor- se señaló Ares con arrogancia.
-¿ohh cuando viene Atenea?- pregunto divertida haciendo enojar al dios, no soy idiota ni nada pero ellos me amaban y me cuidaban así que tengo la confianza de ser presumida sin que me pulvericen o carbonicen.
-vas a ver enana- me advirtió blandiendo su Hacha, la esquive por los pelos para lanzarle una sonrisa retadora.
-ya veremos - dije sintiendo la adrenalina de una buena pelea acumularse, lance la moneda al aire transformándola en mi hermosa espada para encarar al dios de la guerra; dando un espectáculo digno de los dioses.

-has mejorado enana pero aún no me superas- me decía Ares despeinando mi cabello sudoroso, la pelea fue épica ya tenía tiempo que no sentía tanta emoción en el campamento me controlo para no matar a nadie pero aquí puedo luchar a mi gusto sin problema.

-hija puedes acompañarme un momento- escuche el grito de mi padre a lo lejos.
-ya me tengo que ir tío, gracias por la pelea- me despedí dándole un abrazo.
-cuando quieras enana- me devolvió el abrazo.

-¿qué pasó papá?- pregunté cuando lo alcancé, estaba comiendo algunas uvas del frutero.
-te quería dar tu regalo de cumpleaños- se encogió de hombros, por los dioses de lo ocupada que he estado entrenando me he olvidado de mi propio cumpleaños.
-no se cumplen 15 todos los días no al menos tres veces- dijo tendiéndome una pequeña caja azul con detalles de coral, la mire asombrada me resultaba hermosa.
-Gracias papá- me agradecí con una sonrisa dándole un abrazo.
-bueno y que esperas ábrelo- me apuro
Con inquietud lo abrí para sorprenderme por su contenido, en el cofre habían diferentes tipos de pintura, algunas pinceles y lienzos en espera de ser pintados, solté un chillido de emoción.
-Gracias gracias esto es estupendo- dije abriendo el tubo de pintura para sentir su fuerte olor.
-y es edición bolsillo, todo lo que necesitas cabe en esta pequeña caja para cuando quieras pintar- dijo orgulloso Poseidón.
Solté otra vez otro chillido de emoción dando pequeños saltos por mi regalo.
                                 🌊
-¿quieres entrenar en lo que llegan?- me ofreció Nico al verme inquieta, a decir verdad eso de ser puntuales no ha de ser el fuerte de los magos, asentí como respuesta levantándome de mi lugar.
Llevábamos la armadura común así que no tuvimos que entretenernos en eso, toque mi brazalete convirtiéndolo en una jabalina chica de color rojo cortesía de Ares, Nico imito mi acción haciendo aparecer de las sombras a su espada que me da algo de escalofríos.
-cuando quieras sombritas- lo rete con la mano, me lanzo una estocada que esquive con facilidad regresándole el golpe a las costillas sacándole un quejido.