CAPÍTULO 04

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-JIN-

La lluvia no había cesado para cuando llegué a la puerta. Un delgado chico de guardia afuera en un taburete. A través de su transparente poncho de plástico podía ver el parche en su chaleco que decía NOVATO.

Él me miró mientras acostaba mi bici y cojeaba hacia él, los músculos de mis piernas todavía no recibían el mensaje de que ya no estaba pedaleando.

- Necesito ver a R.M. - dije. - Por favor. ¿Puedes decirle que Jin está aquí para verlo? Jin de la gasolinera. Necesito hablar con él. Es muy importante.

- ¿Qué tan importante? - el novato preguntó, moviendo el palillo de dientes que colgaba de sus labios un lado al otro con su lengua.

Quitándome mi cadena y sosteniéndola en alto así él podía ver el anillo de calavera de R.M colgando de ella.

- Así de importante.

El novato miró el anillo escépticamente antes de bajarse del asiento. Él tomó la cadena de mi mano y desapareció detrás de la chirriante puerta de metal. Cuando él volvió diez minutos después fue como si fuera otra persona.

- Soy Pecker. - anunció, parándose a un lado así yo podía entrar.

- ¿Cuál dijiste que era tu nombre otra vez? - una sonrisa reemplazó su ceño fruncido anterior.

- Jin. - dije, entrando en la casa club de los Beach Bastards, aunque yo lo hubiera llamado más como un recinto. Era un viejo motel o un complejo de apartamentos. Tres pisos de altura con habitaciones abiertas a los miembros rodeaban un patio abierto debajo donde una vacía piscina yacía en el centro. A un lado estaba una puerta de cristal que lucía como si hubiera sido un viejo bar o restaurante y lucía como si los Bastards todavía lo utilizaran para su original propósito. El bar estaba completamente abastecido y varios hombres, todos usando chalecos, jugando billar en unas de las tres mesas.

- ¿Dónde está R.M? - pregunté otra vez. Fuera de la lluvia y bajo la protección de una serie de voladizos, mi mandíbula comenzó a temblar y mis dientes castañeaban. Mi húmeda camiseta sin mangas y mis bermudas se pegaban a mi cuerpo. Mi cabello yacía liso y sin vida contra mi frente goteando agua en mis ojos.

- R.M está ocupado ahora mismo, pero me dijo que puedes esperar por él en su habitación. - dijo Pecker mientras lo seguía arriba por un
tramo de escaleras al segundo piso, sosteniéndome del barandal de aluminio por apoyo. Me corté el dedo de en medio en un punto
puntiagudo, chupando la gota de sangre que se juntó en la superficie.

- Lo siento, debería haberte advertido sobre eso.

La lluvia caía sobre el patio con tal ferocidad que los Bastards no
necesitarían una manguera para llenar su vacía piscina. El pequeño voladizo no era protección de la lluvia ladeada.

Pecker se detuvo frente una puerta verde oscura y la abrió, indicándome que entrara.

- Él te verá aquí. - él dijo con una risa. Entré en la oscura
habitación, pero me di la vuelta cuando escuché a la puerta azotarse detrás de mí.

- ¿Dónde conseguiste esto? - una amenazadora voz preguntó. Mi
garganta se apretó y lentamente me giré para encarar al poseedor de la voz. En la esquina de la cama estaba sentado un hombre que se parecía demasiado a lo que recordaba de R.M, excepto que este hombre tenía cabello un poco canoso y su rostro lleno de gruesas líneas.

Él sostenía en alto el anillo de R.M.

- ¿Dónde está R.M? ¿Es usted su papá? - pregunté, abrazando mis
brazos alrededor de mi cuerpo. El hombre se puso de pie y se rió,
cerrando la distancia entre nosotros. Retrocedí para evitar el contacto, mi cabeza se golpeó contra la puerta.

03. ILEGAL ||NAMJIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora