CAPÍTULO 11

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—JIN—

No había sido mi intención escuchar a escondidas. Había sido mi intención IRME. Pero cuando descubrí que otra puerta había sido asegurada, atrapándome dentro, no podía evitar más que oír cuando había escuchado voces al otro lado.

No me importa el chico.

Cuando R.M dijo esas palabras ellas no debieron haber picado como un avispón al corazón. Ya sabía que a él no le importaba. No fue hasta después que ellos habían arrancado que recordé lo que Chop había dicho sobre el anillo y sobre R.M inventando toda la promesa de motorista como una broma.

Todo esto era probablemente todavía una broma para él. Ellos probablemente no estaban yendo a CheonghoDong. Ellos probablemente estaban en el camión de camino a algún tipo de ruda convención de tatuajes donde R.M le diría a todos sobre el estúpido truco que él le jugó a un niño que de verdad cayó en su estúpida mentira y que regresó años después, todavía llevando un anillo que había significado todo para él cuando creció y nada para él desde el momento que lo había puesto en mi mano.

Sabía que a él yo no le importaba. No antes.

No ahora.

Así que, ¿por qué siento como que alguien me golpeó en el estómago?

Después de que mi hermano murió, mi papá siempre me dijo que, bajo el peso de una gran pérdida, venia una gran responsabilidad. Me tomé esto en serio y a medida que los años pasaron tomaba más y más responsabilidades en el huerto así mi papá podía atender a mi madre quien estaba deslizándose más y más allá en su delirio.

Antes de que Sunlandio Corporation cancelara nuestro contrato yo tenía diecisiete y manejando el huerto a tiempo completo, seguido saltándome la escuela para encontrarme con vendedores o asegurar que las ordenes salieran en tiempo. Una noche durante una
extremadamente rara helada reuní a los trabajadores y pasamos toda la noche regando las naranjas así no las perderíamos en el frío.

Bajo el gran peso de una tragedia tomé responsabilidad, pero bajo el peso de nuevos difíciles caminos fue demasiado, demasiado pesado, e iba aplastándome antes de que pudiera hacer cualquier decisión responsable o racional.

¿Por qué siquiera dejé el pueblo?

¿Por qué simplemente no llamé al alguacil yo mismo?

Sé por qué. Me asusté. El pánico y el miedo nublaron cualquier tipo de lógica, pero a medida que la lógica comenzaba una vez de nuevo a tomar el control así mismo lo hacia la gravedad de mi pérdida.

Amaba a mi padre. Él me enseñó a saber cuándo las naranjas estaban listas para recogerse por la manera en que ellas olían. Me enseñó a pescar. Me había dejado sentarme en frente de él en el tractor cuando él movió el campo detrás de la casa, el único lugar no ocupado por arboles de naranjas. No creo que perderlo fuera algo de lo que sería capaz de superar. Mi hermano había muerto cuando yo era pequeño y aunque dolió como el infierno, lo que dolió peor fue ver a mis padres dolidos.

Amaba a mi madre, pero no la extrañaría. No de la misma manera que extrañaría a mi papá. Ella no había sido mi madre en un largo tiempo.

Mi padre levantándola en los días en que ella se negaba a levantarse de la cama, se negaba a tomar su medicina, o después de que SeokWoo murió, se negó a reconocer que ella todavía tenía un hijo restante vivo.

La noche que ella mató a mi padre ella había estado más maniática de lo que alguna vez la había visto. La mirada de muerte arremolinaba en sus ojos.

No tenía opción y mi único arrepentimiento era no haber llegado antes. No haber sido capaz de salvar a mi papá.

Responsabilidad significaba no huir. ¿No es eso lo que había hecho?

03. ILEGAL ||NAMJIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora