CAPÍTULO 13

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R.M

Jin se posó en la esquina de la cama, viendo a la pared con una expresión ilegible en su rostro. El mismo lugar en el que él había estado desde que colgó su cabeza en derrota y silenciosamente me siguió de vuelta al garaje.

Jimin vino y trajo ropa limpia y un cepillo de dientes para Jin quien le agradeció y desapareció en el baño, pero cuando él salió, tanto como Jimin y yo notamos enseguida que, aunque habíamos escuchado la ducha y el lavabo, él todavía estaba utilizando los mismos shorts. Nos dimos el uno al otro miradas confusas.

– Ummm, la enfermera que te revisó cuando llegaste, su nombre es Sally. – dijo Jimin. – No la dejabas que te revisara en todas partes. Ella llamó antes y está preocupada y quiere saber si quieres que venga y te eche un vistazo para asegurar que estás bien. – Jimin ofreció.

– Estoy bien, pero gracias. – Jin sacudió su cabeza, ofreciéndole a Jimin una pequeña sonrisa que apenas podría calificar como una sonrisa.

Él había estado en la misma posición, viendo a la nada desde entonces.

Seguí a Jimin, dejando a Jin en la recámara.

– Siento lo de la puerta. Me encargaré de eso antes de irme. – dije, recogiendo la espada y la perilla de la puerta de la alfombra. Había olvidado lo pesada que era la espada, Jin debió haber estado realmente determinado a irse si él fue capaz de no sólo levantarla, sino de deslizarla lo suficientemente fuerte para cortar la puta perilla.

Jimin cruzó sus brazos.

– ¿Cuál es tu plan con él?

– Al carajo si lo sé. Él quiere irse. Le dije que el MC estaba buscándolo. Le mostré el puto artículo del periódico. Él está muerto de una manera u otra, pero él aún quiere irse, así que, ¿Quién carajo soy yo para mantenerlo aquí?

– Eres un tipo que sabe un poquito de lo que él está sintiendo.

– ¿Cómo supones eso?

– Oh, no lo sé, tal vez porque él ha sido desplazado y no tiene a donde ir. Tal vez porque él tiene alguna mierda terrible sucediéndole de la cual no quiere hablar. – dijo Jimin, levantando una ceja hacia mí. – ¿Algo de esto suena familiar?

– No pensé en ello de esa manera. – dije, recargándome contra la pared, corriendo una mano en mi barbilla.

– Los chicos como tú nunca lo hacen. – dijo Jimin con una sonrisa que no alcanzó sus ojos. – SooRyun viene mañana, podrías asomar tu cabeza y decir hola así no te vas al infierno por eso.

– Carajo. SooRyun. No he incluso pensado ir a ver como está. – la pequeña cosa como radio en la mano de Jimin comenzó a llorar, él lo sostuvo en alto y lo ondeó. SooRyun había estado luchando contra el cáncer, pero para el tiempo en que me había ido ella declaró que no estaba lista para morir y sólo así de pronto ella pareció estar bien otra vez.

Úteros tercos parecían ser una tendencia en mi vida, pero estaba contento por la terquedad de SooRyun, si alguien podía ir a la guerra contra la muerte y regresar vencedor, era ella.

– Tengo que irme, pero podrías querer hacer un plan cuando se trate de ese chico en esa habitación de allá. Ya sea dejarlo ir o tenerlo aquí, de cualquier manera, necesitas decidir qué es lo que va a pasar, porque nada de esto es justo para él. – empujó la puerta rota e hizo su camino dentro del garaje. Tecleó en el abridor automático y lo seguí afuera. – Tómalo de alguien que sabe lo que es. – miré a Jimin irse, siguiéndolo con mis ojos a través de la ventana hasta que él entro a la casa por los escalones traseros.

03. ILEGAL ||NAMJIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora