Mordiscos e inquietudes

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Este capítulo es puro fluff

C4 Mordiscos e inquietudes

***********TW: SANGRE*********

El beso fue apenas un breve roce de sus labios contra los de la bruja, sutil, pero tan cargado de sentimientos, que la castaña quedó congelada.

Pasaron los segundos y ninguna acertaba ningún movimiento, en la quietud de la habitación de Amity, lo único que hicieron fue mirar fijamente la una a la otra.

Los ojos dorados de la menor de los Blight, aun oscurecidos por un deseo interno, brillaron con anhelo.

Discretamente, o al menos ese era el plan, Amity separó la mano del muslo de Luz, llevándola a su muñeca y pellizcando la pálida piel de tal manera que se tiñó de carmesí, con la futura promesa de un hematoma.

El dolor le provocó una mueca y un siseo.

Luz resopló intentando ocultar una risa.

- ¿Qué haces? -Preguntó divertida.

Amity guardó silencio unos instantes más, hasta que, estupefacta, murmuró:

-No estoy soñando...

Luz rio de nuevo y jugueteando le preguntó:

- ¿Qué, sueñas con esto muy seguido?

-Si...- Respondió Amity casi al instante. - Todo el tiempo.

Lo inmediato de la respuesta conmocionó a la humana, cuya piel se enrojeció tanto que la melanina no sirvió para ocultar el rubor.

Y es que normalmente el orgullo y la educación de Amity habrían impedido esa respuesta tan poco decorosa, pero esta sensación extraña que se había apoderado de ella le permitía ser brutalmente honesta.

La castaña miró fijamente a la sonrojada cara de Luz.

Una sonrisa burlona se dibujó en su cara.

- ¿Luz~...-Pronunció con coquetería -...por qué estás tan roja?

La pregunta sólo logró avergonzar más a la latina.

-Y-yo, uh-ah, ehm...

- ¿Por qué tartamudeas? -Siguió provocando la bruja mientras acariciaba el mentón de la morena.

Luz estaba congelada, sus mejillas ardiendo y su boca tan seca como si hubiera masticado arena.

Luz no era ajena a los coqueteos, hasta la fecha a los gemelos Blight les encantaba provocarla juguetonamente siempre logrando teñirle las mejillas con un guiño o una palabra audaz.

Pero nunca esperó recibir este tipo de arrumacos por parte de Amity, ni mucho menos escucharle frases tan osadas.

Y si los gemelos lograban ruborizarla, Amity estaba a punto de matarla.

Muerta por una caricia y unas cuantas palabras dulces...

Bastante patético para la humana que derrocó un imperio de terror.

Aunque si los choques eléctricos que le atravesaban el cuerpo cada vez que las manos de Amity la tocaban, le detenían permanentemente el corazón...

Si la dulce voz clamando su nombre le congelaba la sangre en las venas...

Luz estaba segura de que moriría feliz sin importar lo patético que pudiera llegar a ser.

-Eres tan linda...- Susurró la bruja con dulzura acercando su cara a la de la humana y depositando lentamente un beso cerca de la comisura de sus labios.

Tequila y marfilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora