ESTÚPIDO PROFESOR MIDORIYA

QUERIA PONERLER MI QUERIDA KAY ( ˘ ³˘)♥

Katsuki dormía plácidamente en el sillón de su casa, ese día decidió que no irá a la clase de literatura, otra vez, solo decidió ir el día anterior porque había escuchado rumores sobre un profesor, un profesor que era como un Dios y como él no tenía nada más emocionante que hacer, decidió ver por su cuenta a ese ser "Divino", vaya decepción, aunque si se le hizo algo curioso, al verlo salir de la oficina de Nezu parecía desesperado y molesto, los rumores solo decían que era perfecto porque nunca se enojaba y siempre sonreía, vaya montón de mierda.

- Molesto - Dijo abriendo sus ojos, odiaba a las personas que siempre sonrien y más si era sin ninguna razón - Idiota - Se volvió a acomodar para volver a dormir, pero la puerta abriéndose lo alertó, se suponía que su madre llegaba hasta la próxima semana.

- Sabía que te quedarías a dormir - Se cruzó de brazos el albino.

- Mierda - Dijo molesto, de verdad lo había asustado.

- Vamos, le dije a tu madre que pasarías todas tus materias, aún estás a tiempo de llegar - Le extendió la mano que fue rechazada por el cenizo, se levantó del sillón y tomo su mochila.

- Ya vámonos - Nezu suspiro, Katsuki no podía contra el albino, ese sujeto tiene un aura que hace que olvides todo tu enojo en cuanto lo miras a los ojos, así que no podía discutir con él.

- De acuerdo - Camino detrás del menor.

- ¿La vieja te dió una copia de las llaves? - Pregunto tranquilo.

- Si, ¿Te molesta? - Le abrió la puerta del acompañante.

- No, solo que me avise - Comento con molestia abriendo la puerta de los asientos de atrás subiendo al auto, el más alto rodó los ojos y cerro la puerta para luego subir el también.

...

Izuku apenas iba llegando, ya estaban todos sus alumnos ahí, sonrió, pero miro por todo el lugar, y nada de Bakugou.

- Bueno, un problema menos de que preocuparme - Dijo para si con tranquilidad.

- Midoriya - El nombrado salto al reconocer la voz.

- Hola director Nezu - Sonrió nervioso, Katsuki chasqueo la lengua - Katsuki - Lo miro con el entrecejo fruncido.

- Perdona la demora, pero ya está aquí - Sonrió, Izuku dejo pasar al cenizo que lo miro de mala gana - Esfuérzate - Ánimo al peliverde antes de retirarse, el pecoso suspiro cansado.

- Bueno clase, es hora de comenzar - Entro con ánimos al salón, todas las chicas volvieron a suspirar, Katsuki apretó la mandíbula.

- Que molesto - Se recargo para atrás en su silla mirando hacia la ventana.

Paso sus dos horas de clase y nada, ni una una vez, ni un solo momento el ojirubi le prestó atención, se la pasaba dibujando en su cuaderno maneras de cocinar y picar un brócoli, ¡¿Por qué?! Se estaba desesperando, pero su rostro mostraba una sonrisa ligera, eso molestaba a Katsuki, esa sonrisa fingida, todo el Dios Midoriya era una farsa y el lo sabía.

- Bueno chicos, ya pueden retirarse, excepto Bakugou - Todas las miradas fueron a parar al nombrado, que solo veía al maestro con enojo.

- Hasta luego profe - Se empezaron a despedir.

- Adiós chicos, nos vemos mañana - Le sonreía en forma de despedida mientras guardaba todo en su maletín.

- Oh, Izuku, que bueno que aún no te vas - Las chicas miraron de mala manera a Ochaco que iba entrando, todo el mundo sabia que le tenía ganas al peliverde, bueno, solo el pecoso era el que no lo sabía.