Capítulo 1: Nuestro hilo

125 12 13
                                    

Se encontraban todos desayunando en el gran comedor, Fred y George se veían muy emocionados, con un poco de picardía en sus ojos y una sonrisa como si estuvieran en medio de una travesura.

Los búhos comenzaron a entrar al gran comedor y varios se dirigían directamente a este par.

Harry se dio cuenta de que los gemelos estaban esperando algo, unos paquetes grandes cayeron sobre la mesa y Ron preguntó:

- ¿Qué es eso? - en ese momento Fred estaba abriendo uno de los paquetes.

- ¡Nueva mercancía! - dijeron los dos gemelos al tiempo.

- ¿Y que son? - dijo curioso Ron.

- Compra - - Si quieres saber - dijeron los dos gemelos completando su frase.

Ron hizo una mueca de disgusto pues ya sabía que no por ser su hermano le darían sus creaciones gratis.

- Ten Harry - le dijo George entregándole un pequeño paquetito envuelto en un papel de corazones.

- Se supone que son para las "chicas", pero sirven de todas formas - Hermione y Ginny bufaron.

- ¡Por qué le das a él y a mi no! - dijo Ron mirando a sus hermanos.

Estos le respondieron lo mismo de siempre - Él no paga, ya lo dijimos pequeño Roni - Ron parecía que explotaría, Harry le dirigió una mirada con una sonrisa a los gemelos y Hermione se río de la expresión de Ron.

Harry abrió el paquetito, era un anillo pequeño rojo y dorado, en una cajita, este no cabía en ninguno de sus dedos excepto por el meñique.

- Te sugiero que no te lo pongas aquí, Harry - muy tarde, ya lo había probado en su meñique y lo miraba con atención, entonces el anillo comenzó a desenvolverse y parecía que el rojo se envolvía en el anillo cubriendo el dorado, en cuanto comenzó, Harry sintió un escalofrío y cosquilleo en su dedo, el rojo comenzó extenderse como un hilo y comenzaba a alejarse de su mesa.

- ¿Qué se supone...? ¡Harry quítatelo! - gritó Hermione pareciendo entender algo pero Harry no podía, la sensación se había vuelto dulce y un olor estaba en su nariz, un olor que solo reconocía de un lugar, las mazmorras de Slytherin, cuando entraron ahí con la poción multijugos olía a acondicionador, un olor fresco y un aroma dulce a chocolate blanco, también lo reconocía del campo de Quidditch y del baile del cuarto año en el que el olor era un poco más fuerte, el atrayente aroma hacia que no quisiera quitarse el anillo, su mente no estaba clara, la sensación lo había nublado.

El hilo seguía estirándose hasta que llegó a algún lado pues el anillo no se movía más, lo siguió con sus ojos, con una especie de sonrisa extraña esperando saber para que funcionaba, algunos alumnos comenzaron a notar que un hilo, que podía ser atravesado, pues varios ya habían intentado tocarlo, atravesaba las mesas, Harry vio que se había unido a una mano pálida y de aspecto frío, que sostenía la cabeza rubia de un chico, éste, al sentir una presencia extraña en su dedo, miró su mano, un hilo rojo parecido a la apariencia de un fantasma estaba en su dedo.

Harry reconoció ese cabello en la mesa de Slytherin, era el chico del que había estado sospechando mortífago desde el inicio del año, vio casi en cámara lenta como Draco Malfoy seguía con su vista el hilo hasta llegar a su mano y luego recorrer su brazo hasta sus ojos viéndolo extrañado.

Draco sentía el mismo cosquilleo en su dedo pero luego se convirtió en una sensación dulce, al encontrarse con los profundos y penetrantes ojos verdes de Harry se petrifico.

Todos en el comedor habían dejado de comer y estaban atentos a la interacción entre estos, Draco intentó quitarse el hilo del dedo pero no podía tocarlo, cada vez que trataba el hilo le atravesaba los dedos.

Cuestión de Destino | DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora