Cuestión de Destino | Drarry

Capítulo 8: Quidditch

Durante esos meses Hogwarts verdaderamente se estaba volviendo extraña, todos por ahí y por allá, hablando de profecías, amores, Draco y Harry, preguntándose y planteando que el famoso Harry Potter y su enemigo declarado Draco Malfoy estaban de novios.

Esa era la más grande fuga de información que haya sido registrada por Harry, hasta Dumbledore ya le había dicho que decir esas cosas por ahí y por allá era irresponsable y un gran peligro, él se excusó difícilmente y entonces cuando estaban por terminar de hablar sobre el incidente Dumbledore mencionó que había juzgado mal su relación de enemistad con Draco Malfoy, lo cual claramente dejo inmóvil a Harry durante unos segundos mientras la sangre se le subía a la cabeza de golpe, volviendo sus mejillas rojas, después de eso mencionó algo sobre relaciones dolorosas desde su propia experiencia lo cual Harry no oyó.

Para molestia de Hermione y para incomodidad de Ron, este no había pasado todas las noches en la sala común de Gryffindor, sus amigos ya se sospechaban, y estaban en lo correcto, que la razón era "Draco Malfoy".

Cada vez que Harry llegaba a la sala común se encontraba con la mirada severa de Hermione, en contraste con su rostro lleno de alegría por haber visto a Malfoy.

- No puedes seguir saliendo por la noche con él - dijo Hermione molesta - Alguien los encontrará - dijo cuando Harry comenzaba a caminar con dificultad hacia los dormitorios de los chicos, aunque no quería aceptarlo, su trasero dolía, Draco a veces se sobrepasaba un poco, por no decir bastante, al momento de penetrarlo y estrujar su trasero, a Harry eso le encantaba y lo enloquecía aún más, pero el dolor después de ese intenso placer no se justificaba.

Como siempre, Harry ignoraba lo que su amiga le aconsejaba, lo cual la estaba sacando de quicio.

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Harry se recostó en su cama, la mayoría de noches se la pasaba fuera, con su capa invisible, yendo hacia un punto de reunión que Draco y él habían acordado o yendo literalmente hasta la sala común de Slytherin a buscar a Draco quien comúnmente se quedaba dormido, ¿quién iba a pensar que Malfoy lucia tremendamente adorable cuando dormía?

Ninguno de los dos tenía todo el día libre, por razones que los dos desconocían del contrario, Draco estaba por las tardes en la sala de menesteres y Harry en la dirección con el profesor Dumbledore, descubriendo los secretos del pasado de Voldemort.

Pero cada uno hacía un tiempo para estar juntos y no parecer sospechosos a los ojos del otro, ninguno de los dos se atrevía a preguntar en donde pasaban las tardes por que temían recibir la misma pregunta.

Harry seguía revisando inconscientemente el mapa de los merodeadores, en busca de Draco, pero jamás podía encontrarlo, ¿en donde se ocultaba que no podía ver su nombre por ningún lado?

Tenía un dilema interno: si le decía que estaba recibiendo información importante sobre el pasado de Voldemort no sería tan grave y podría descubrir realmente si era un mortífago y saber en donde se ocultaba, pero sabía que aún no podía confiar en él, aunque quería.

Aún tenía una pequeña espina de sospechas y es que todo apuntaba a que Malfoy era un mortífago, si Voldemort descubría a través de Draco que Harry sabía sobre su pasado, Malfoy estaría en peligro y el plan de Dumbledore fallaría, sería mejor que no se lo dijese.

- ¡Diablos, Potter! - le había gritado Draco hace tan solo una hora cuando lo había decidido asustar sin quitarse la capa invisible. Estaban en una habitación que los dos habían acordado, estaba casi vacía pero tenía algunas butacas y mesas en desuso, Harry había llegado detrás de él y lo había abrazado por detrás riendo levemente - Quítate la capa invisible - le dijo Draco entre risas intentando deslizarsela por la cabeza.