Cuestión de Destino | Drarry

Capítulo 7: Pociones

Dentro de los otros días Harry estaba poniéndose al corriente con los trabajos nuevos, ese día iba a entrar a la clase de Pociones por primera vez en una semana, sabía que Slughorn estaría desilusionado de su comportamiento pues las anteriores clases había demostrado gran habilidad en las pociones, gracias al príncipe mestizo.

Entró a la clase, la cual ya estaba llena de Slytherins y Gryffindors, vió del otro lado de la clase a Malfoy un poco distraído, parecía que tenía algún pensamiento importante rondando por su bella y minuciosa mente, sin darse cuenta ya estaba mirando fijamente sus ojos grises concentrados, sus labios rojizos entre abiertos y sus cabellos que cubrían sus ojos y frente.

- Harry - le susurró Ron, quien estaba a su lado, lo miró suspicaz.

- ¿Si? - dijo Harry aparentando que nada ocurría, le sonrió y la clase comenzó con el profesor Slughorn al frente, tenían sus calderos en las mesas y Harry sabía que esa sería una difícil poción a realizar por los ingredientes que tenían a su lado.

- ¿Quién puede decirme cuál es la poción que vamos a realizar?... Observen los ingredientes - dijo Slughorn sonriente, esperando el brillante alumno que descubriera la poción, como era de esperarse Hermione Granger alzó la mano de inmediato, sólo se había fijado unos segundos en los ingredientes al entrar y ya sabía a que poción se refería Slughorn.

- Señorita Granger... - dijo emocionado dándole la palabra, Harry vio en los ojos del profesor que no se arrepentía de tener a Hermione en el club de las eminencias.

- Son los ingredientes para el Veritaserum, listos para su preparación, señor - dijo Hermione clara, con la mirada evidentemente envidiosa de algunos Slytherin, Harry entendió con eso que ya habían dejado un ciclo lunar a los ingredientes que lo requerían.

- Exacto, cinco puntos para Gryffindor - dijo Slughorn deleitándose de su conocimiento - Y ¿Para qué sirve la poción? - le dijo con los ojos entre cerrados, probando los límites de su conocimiento.

Hermione carraspeo - Es un suero de la verdad, la poción obliga al bebedor a responder con la verdad cualquier pregunta que se le haga - dijo un poco más bajo pues sabía que la clase entera conocía que era la famosa poción Veritaserum.

- Muy bien, entonces... clase, comiencen con la poción, debo decirles que no espero que lo realicen correctamente, es demasiado avanzada, la tendrán que realizar para el fin de año en sus exámenes - miró con una sonrisa a Harry, todos comenzaron a echar los ingredientes al caldero, con el apoyo de su libro.

Había visto que el príncipe mestizo hizo algunas anotaciones en el primer paso, todos estaban echando la pluma de fénix y removiendo muy rápidamente pero el príncipe decía que primero tenían que deshacer parcialmente la pluma para que fuera más eficiente y así no tendría que remover tan rápidamente.

Como siempre, Harry lo seguía al pie de la letra con los resoplidos de Hermione a su lado, ella estaba revolviendo lo más rápido que pudo y al ver a Harry esforzándose tan poco y conseguir el naranja perfecto se enfureció.

Al terminar la poción, Harry, con más ayuda del libro, había obtenido la poción más clara e inodora, casi como el agua, perfecta, la poción de Hermione estaba muy espesa y ella estaba aún más enfurecida, la de Ron tenía un color extraño, seguramente se había equivocado en el orden de los ingredientes al echarlos al caldero.

- Muy bien, Harry - lo aplaudió el profesor - Hace mucho que no veía lo bueno que eres en pociones - le sonrió cuando Harry levantó la cara del caldero que removía.

- Lo siento señor - dijo un poco apenado pero sin decirle la razón de su ausencia, sus ojos se desviaron inconscientemente hacia los grises de Draco, este al sentir sus orbes verdes sobre él se ruborizó sin querer, esos malditos ojos lo desequilibradan siempre.