Capítulo 12: El fin

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Ya todo estaba hecho, los mortífagos estaban por todo Hogwarts convatiendo con los amigos de Harry y por suerte algunos de la orden también habían aparecido, pero no habían podido detenerlos, la marca tenebrosa ya estaba en la sima de Hogwarts y Draco corría por las escaleras, en la torre de astronomía, recordando la maldita vez que estaba corriendo, no para asesinar a alguien, si no hacia la esperanza de encontrarse con Potter al final de su hilo.

Ese hilo que los había unido y guiado hacia el otro, no pudo evitar formar una sonrisa, recordando el aroma que jamás olvidaría, una lágrima se resbaló por su mejilla pero se la limpio de inmediato, tenía que comenzar a olvidar eso, pues jamás volvería a olerlo, expulsó sus pensamientos, no podría matar a Dumbledore así.

Para su desfortunio, al llegar a la puerta y poner su oído oyó la voz de Harry, fue casi como una punzada de miedo y alivio pero muy confortable al mismo tiempo.

Abrió la puerta rápidamente, pero solo se encontró a la figura de Dumbledore con su varita en la mano, lo desarmó lo más rápido que pudo, pues el nada podía hacer ante un Dumbledore armado.

En ese instante Harry estaba escondido y petrificado fuera de la vista de Draco, el último hechizo que Dumbledore había realizado era petrificarlo, quitandole la oportunidad de defenderse a si mismo.

- Buenas noches, Draco - oyó a su director decir, casi le da un vuelco el corazón oír que se trataba de Draco.

Este dio unos pasos adelante buscando con el último rayo de esperanza a Potter - ¿Quién más está aquí? - preguntó.

Harry, a quien Draco buscaba, lo veía a los ojos pálidos, tratando de moverse para impedir que hiciera lo que comenzaba a sospechar.

- Podría hacerte la misma pregunta - contestó el director - Pero creo que sabes que lo sé - Harry vio como los ojos de Malfoy dejaban de buscarlo y se concentraban en Dumbledore.

Lo único que Draco tenía en la cabeza era a Harry, cosa que odiaba pues no era ni por un segundo lo que necesitaba para poder matar a Dumbledore, aún así su mente lo seguía traicionando - ¿Harry se lo dijo no? - quería mantenerse fuerte y amenazante frente a Dumbledore pero hablando de Harry se sentía tan débil.

- Así es, pero curiosamente no me dijo que estabas involucrado - Dumbledore formó una sonrisa confidente, Draco abrió los ojos repentinamente, con sus palabras ya no se sintió como su verdugo, si no como un alumno que le pide consejos a un sabio - Siempre he admirado y me he sorprendido de lo mucho que puede llegar a hacer Harry por amor pero esta vez me he maravillado... - Harry al oír eso todos sus pensamientos se detuvieron pues era verdad lo que Dumbledore dijo, le había mentido por amor y al parecer este no estaba molesto.

El director iba a seguir hablando de como no se esperaba que Harry encubriera a Malfoy de una forma tan considerada, arriesgando a todos en Hogwarts por amor, pero fue abruptamente interrumpido.

- ¡Callese! - Draco ya no podía resistir pensar en el amor de Harry, le quemaba saber lo mucho que este lo amaba según su director, expulsó el veneno de las palabras de Dumbledore que lo único que estaban haciendo era que se derrumbará - No estoy sólo y no me interesa como lo sepa - dijo remarcando la última frase - Los mortífagos entraron a tu escuela - le dijo intentando retomar su postura amenazante.

- Bien, bien - contestó Dumbledore, como si le estuviera enseñando el resultado de su proyecto - Muy bien de hecho ¿Encontraste la manera de dejarlos entrar, verdad? -

- Si - respondió sin más - Y nunca se dio cuenta - dijo como burla pero en su interior era un lamento.

- Ingenioso - le contestó.

Cuestión de Destino | DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora