Capítulo 14. Tonta.

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A Naya le era imposible abrir la puerta y el apresurarse con los abuelos de Gamaliel le habían hecho perder importantes aliados, esa noche todos se quedaron en el cuarto de Naya, dormidos en la cama o en el piso mientras Naya intentaba lograr que su alma se desprendiera de algún modo de su cuerpo, Hiro no había subido, seguía en la cocina, finalmente decidió ir a ver a Naya cuando sintió que todos se habían quedado dormidos.

-Deberías descansar.- Hiro se acerco temeroso a Naya que seguía viendo su reflejo, pero ahora sentada frente al espejo.

-Te amo...- Dijo Naya sin siquiera verlo y Hiro se detuvo en seco sin poder reaccionar. –Quiero que recuperemos tu cuerpo para estar juntos...

Naya se acerco al pequeño muñeco y le dio un beso, pero ese beso solo saco de sus sueños a Hiro que seguía en la mesa de la cocina, comenzaba a amanecer, de inmediato subió la mirada al cuarto de Naya y corrió a verla, necesitaba hacerlo, pero no la veía, estaban todos ahí dormidos, los despertó desesperado, no entendían lo que el decía, hasta no ver a Naya frente al espejo, Bele los llamo entonces y le pregunto a Gamaliel que ocurría señalando el espejo, estaba cubierto con una sabana blanca, y al quitársela no podían creerlo el espejo estaba roto y cada uno de los cristales estaba opaco sin ningún reflejo, enseguida supieron que tenían que ir por Naya, el portal estaba roto y solo había una cosa que ella haría para salvar a Hiro.

Naya fue a buscar al Hiro humano, el no la recibió sino sus empleados, que tenían instrucciones de dejarla pasar si se presentaba, recién se despertaba siendo Naya sentada en su sillón de la sala lo primero que veía, la saludo con alegría y le pidió a uno de sus guardaespaldas no dejara que nadie los interrumpiera, se sentó frente a ella en la mesita de café y le dio un beso sin que ella se negara como aceptando su destino.

-Finalmente te escapaste, me alegra tu decisión.- El Hiro humano tomo las manos de Naya entre las suyas. –Seré lindo contigo.

-Necesitas mi permiso ¿Verdad?

-¿Tu permiso?- Cuestiono el Hiro humano.

-Necesitas que yo acepte darte un hijo para poder apoderarte de el.

-¿Que tonterías estas diciendo?- El Hiro humano sujeto con mas fuerza las manos de Naya.

-Si no fuera así, hace mucho hubieras intentado lo mismo con otras personas. –Naya se levanto soltando sus manos del Hiro humano. –Tienes algo que yo quiero y de eso te aprovechas.

-Es tarde, tú ya lo aceptaste. –Dijo el y Naya le extendió la mano.

-Quiero hacer el trato para estar segura que dejaras a Hiro para siempre.

-Esta bien.- Dijo el levantándose y extendiendo la mano, entonces ella saco un cuchillo de su bolsa y el dio un paso atrás con miedo, ella corto su mano de nuevo extendiéndola bañada en sangre, lo miro y el con desagrado tomo el cuchillo e hizo lo mismo. -¿Tan poco confías en la gente?

-En la gente y menos en ti...- Dijo Naya y ambos estrecharon sus manos. –Te daré un nuevo cuerpo, uno al que yo le haya dado vida y tu dejaras que Hiro regrese al suyo cuando estés frente a el, te cargare en mis brazos hasta que puedas caminar, pero no cuidare de ti mas haya de eso y no dejaras ese cuerpo hasta que crezcas ¿Estas de acuerdo?

-No tengo razón para dejarlo, una vez que pase a ese cuerpo, me quedare ahí, hasta ser un anciano.

-Es un pacto sellado con sangre.- Asentó Naya.

Marco llevo a todos a buscar a Naya, toco a la puerta exigiendo lo dejaran ver a su hija, la seguridad de Hiro le pedían que se alejaran que no estaba ahí, Marco estaba haciendo una distracción para que los tres chicos buscaran otro lugar por donde entrar, pero todo estaba cercado y había cámaras de seguridad, al no encontrar una manera de escabullirse, Hiro le pidió a Gamaliel que lo ayudara a entrar, aunque no pudiera hacer mucho trataría de convencer a Naya de salir, Gamaliel le dio la razón y Hiro le pidió lo arrojara sobre la barda, pero Gamaliel le dijo que no podía hacer eso, Hiro le reclamo porque no quería hacerlo, pues no le importaba electrocutarse, Gamaliel negó que eso le importara, avergonzado admitió que no era bueno lanzando cosas y nunca tenia fuerza, Hiro se sintió decepcionado de lo débil que era, pero antes de poder hacer algún comentario, Bele lo sujeto y lo arrojo muy alto sobre la barda, Hiro grito a todo pulmón y cuando los de seguridad lo vieron, alertaron a todos, un guardaespaldas entro a la sala y le pidió al Hiro humano se alejara de las ventanas, Naya sabia de quienes se trataban y vio a Hiro corriendo por el patio, molesto el Hiro humano le ordeno a su guardaespaldas no dejara entrar a nadie, Naya le dijo que ordenara que no los hirieran, molesto el Hiro humano acepto, el guardaespaldas salio enseguida dando la orden por radio, momento que el muñeco Hiro aprovecho para acercarse, ella lo sabia.

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