Capítulo 3. Él.

3 0 0
                                    


El concierto de Hiro estaba comenzando, los asistentes comenzaron a acceder al estadio donde seria el evento, Naya estaba con Hiro en los brazos en el estacionamiento del recinto, esperaron a que la gente entrara y cuando todo estuvo tranquilo y vacío, Naya se acercó a una de las puertas de seguridad, fingía llorar y Hiro pensó que sería inútil, el guardia de seguridad se acercó a ella indicándole que no podía pasar, ella le dijo que no quería hacerlo, pero le habían robado su boleto y su papá no vendría por ella hasta dentro de dos horas, él le dijo que no le creería nada ni la dejaría pasar, que marcara a su padre, pero junto con el boleto robaron su teléfono, por lo que no podía hacerlo, él le creyó solo viéndola y ella le pidió la dejara esperar ahí a su papá que llegara por ella después del concierto, el acepto y ella se sentó cerca de la puerta de seguridad. Hiro aun no entendía lo que planeaba, pero la vio muy segura, ella solo le pidió tuviera paciencia.

Era la primera vez que Hiro escuchaba uno de sus conciertos y le parecía muy aburrido, solo se escuchaba a lo lejos y muy bajito.

-Es la primera vez que oigo una canción tuya.- Dijo Naya.

-¿Cómo que la primera vez?- Pregunto el un poco ofendido. –Soy la máxima estrella pop de este país y ¿jamas me has escuchado? ¿Qué clase de adolescente eres?.

Naya se rio discretamente. –Se quien eres y he leído mucho de ti, todas mis amigas saben quien eres, pero realmente no escucho mucha música.- Dijo ella aun poniendo atención a la música. –Se que soy rara, pero cuando estoy con mi mamá me la paso jugando con mi hermana o haciendo tareas, casi siempre leyendo o buscando hacer algún diseño de ropa.

-Si que eres rara.

-Me gusta tu voz... -Dijo ella llamando su atención. –Creí que tu música era solo para llamar la atención, pero tu voz es realmente hermosa, sabes cantar.

-... Nunca nadie me había dicho algo así.- Dijo Hiro recordando un poco. –A mi representante solo le importa mi apariencia física, a veces me deja elegir las canciones que cantare, pero casi siempre son cosas vacías que suenan bien...

-Tienes talento, no lo desperdicies.- Dijo Naya y antes de que pudiera responder algo Hiro, ella se levanto. –Es hora de entrar.

Naya comenzó a tiritar y a moverse de un lado a otro, el guardia se dio cuenta, como el concierto estaba a punto de terminar, comenzaron a llamarlo por radio para que tomara su posición, otros guardias se aproximaron a el y Naya seguía moviéndose extrañamente de un lado a otro, Hiro no podía imaginar que haría, pensó que tal vez intentaría escabullirse, pero no lo hizo. El guardia se acerco a ella y le pregunto que ocurría y ella respondió que quería ir al baño, el guardia la miro muy convensido de lo que le decía, los otros guardias se retiraron y abrió la puerta, le dijo que pasara al baño, pero no le dijera a nadie que el la dejo entrar y que confiaba en ella, Naya le agradeció y entro corriendo, Hiro se sorprendió mucho.

-¡Wow! Pareces muy tonta, pero eres muy lista.- Dijo el y Naya se rio no muy segura de si su comentario era un insulto o un alago. –Te ganaste su confianza muy rápido.

-Mi mamá dice que la paciencia es mi mejor cualidad. Dijo ella, estaban en la puerta de seguridad, por lo que podrían acceder a los camerinos desde ahí. –Soy muy buena para mentir y la gente nunca cree que actué con malicia, supongo por lo que dices, tengo una cara de tonta.

-¿Y si no te creía?

-Nunca me ha pasado. –Dijo ella caminando muy segura por los pasillos aunque traía a Hiro en los brazos, Hiro estaba sorprendido pues suponía no era la primera vez que había hecho algo así. –¿Cuál es tu camerino?

Back PackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora