Capítulo 12. Amigos.

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-Te tengo un trato.- Dijo el Hiro humano a Naya que estaba tirada en el piso, lo vio con miedo mientras el le extendía la mano. –Le devolveré el cuerpo a Hiro, si tú me das uno nuevo a cambio.

-¿De que hablas?- Dijo Naya con la voz temblorosa.

-Quiero que me des un hijo...- Dijo el Hiro humano sonriendo burlonamente. –Quiero un cuerpo nuevo para mí.

-Pero ¿Por qué yo?- Dijo ella, como si estuvieran solos en aquel lugar.

-Porque lo que tu tienes, no se encuentra en cualquier lugar.- Dijo el Hiro humano que se agacho para verla, retirando la mano que le extendía. –El dinero y la fama de Hiro, me son indiferentes, tome su cuerpo creyendo que el lo desocupo solo, pero cuando supe que fuiste tu, me di cuenta de tu potencial.

-¿De que hablas?

-Las personas como nosotros somos especiales.- Mientras el hablaba la habitación se oscurecía por el anochecer y sus ojos reflejaban una luz azul que atemorizaba a Naya. –Tú y yo podemos abrir puertas a otras dimensiones, pero Hiro no, no me sirve de nada estar encerrado aquí.

-¿Que quieres decir?- Dijo Naya no entendiendo lo que le decía, pero a la vez queriendo saber. -¿Para que quieres abrir esas puertas?

-Para ser eterno...- Dijo el Hiro humano levantándose de nuevo, se veía tan imponente para ella. –Tu descendencia siempre tendrá esa capacidad, un hijo tuyo me daría muchos años de vida sin tener que esperar que un alma se escape de su cuerpo.

-Si tu me pides eso ¿Qué te garantiza que no me desharé del bebe?

-Porque si tu te deshaces de el, mi alma aun estará en tu cuerpo y no te soltare. –Dijo el, sonriente. –Y cuando re-nazca, mi alma estará unida a la tuya, como la de tus padres lo están a la tuya y simplemente ocurrirá lo mismo.

-¡Eres un maldito! Se oyó detrás de el y corriendo con gran velocidad llego el pequeño cuerpo de Hiro, gritando con todas sus fuerzas empujo al Hiro humano como si fuera un mas fuerte de lo que era, el estaba incrédulo, pero seguía siendo muy pequeño por lo que lo volvió a empujar, pero el pequeño Hiro se aferro a su brazo, mordiéndolo tan fuerte que su brazo comenzó a sangrar, Naya entonces lo detuvo con unas simples palabras que la condenarían.

-¡Lo haré!- Dijo con firmeza, lo que detuvo a ambos, aprovecho entonces el usurpador para arrancárselo con el otro brazo, el pequeño le grito a Naya.

-¡No lo hagas! ¡No tienes que hacerlo!

-Claro que si.- Dijo ella comenzando a llorar y rompiendo el alma de Hiro que hizo lo mismo, el Hiro humano comenzó a carcajearse y entrego el muñeco a Naya para que se abrazaran, ella lo hizo con todas sus fuerzas.

-Deberían agradecerme, tendrán un hijo maravilloso juntos.- Dijo cruelmente uniéndose al abrazo. –Seremos una linda familia.

Hiro lo miro con odio y el Hiro humano le robo otro beso a Naya para burlarse aun mas de el, Naya solo sujetaba con mas fuerza a su pequeño muñeco, entonces Gamaliel se planto firmemente frente a ellos y tomo de la mano a Naya y a Bele y las comenzó a jalar para sacarlas de ahí, el Hiro humano alzo los hombros.

-¿Tendrá algún caso que se vayan ahora?- Dijo el Hiro humano sin intentar detenerlos. –Tengo lo que ellos quieren y ella vendrá por mi cuando menos lo esperes.

Gamaliel no volteo atrás llevándose a todos mientras Hiro se tiraba en su sillón para acostarse jactándose de lo que había logrado, las chicas no podían ni reaccionar hasta salir de la mansión, fue cuando Naya quiso volver, pero Gamaliel no la soltó, ella intentaba hacerlo, pero por primera vez el no dejaría que sus pocas fuerzas se acabaran tan fácil, Hiro también la sujeto pidiéndole que no regresara, pero ella no encontraba otra forma de salvarlo, Gamaliel le grito que no era la única forma de salvar a Hiro, logrando paralizarla. Entonces le prestaron atención, el les recordó el espejo, los espejos han sido puertas dimensionales desde su creación, le recordó a Naya que ella uso uno por esa razón y el gran espejo en la casa de Hiro fue el vinculo para su alma, ambos lo escuchaban con atención, esos espejos estaba unidos y eran los responsables de lo que ocurría, si los usaban seguramente podrían repetir la hazaña, Hiro no se detuvo para ir a buscar el espejo, pero Naya tenia sus dudas, Gamaliel no garantizaba que tuviera resultado, después de todo el Hiro humano debía estar en el lugar indicado y bajo las condiciones adecuadas para la transferencia, le pidió le diera un día para intentarlo y de no lograr nada, dejaría que ella decidiera y ella acepto. Bele entonces la llamo con una débil voz por su nombre y le cuestiono si era una broma, los tres la vieron y con tristeza le dijeron que no.

Naya llamo a Marco estando un poco mas lejos de la mansión de Hiro, al colgar Bele estaba sentada en una banqueta, ahora entendía porque el muñeco era tan importante para su amiga y se disculpo de nuevo por como lo había tratado, Hiro le dijo que la perdonaba, Naya entonces les pidió que no le dijeran a Marco sobre la propuesta del Hiro humano, ellos tenían sus reservas, pero aceptaron entendiendo que el nunca la dejaría hacer algo así, se disculpo con Bele y le dijo que Marco la llevaría a casa de su madre y podrían dejarla a ella en su casa, pero Bele se negó a dejar sola a su amiga en un momento así, la tomo de la mano, eran las mejores amigas después de todo.

Viajaron con Marco y le contaron lo ocurrido y el plan de Gamaliel sin decirle del trato que el Hiro humano le hizo a Naya, le pidieron los llevara a casa de Naya por el espejo y el se negó, los tres lo cuestionaron el porque, Marco no quería volver a ver a la madre de Naya, era algo importante por lo que insistieron y el se negó de nuevo, no podían entender porque hasta que el admitió muy apenado que la madre de Naya era muy hermosa y si la veía de nuevo seguramente se volvería a enamorar de ella, por lo que Hiro se enojo con el saltándole a la cara porque le parecía una razón absurda casi provocando un accidente porque Marco.

Ya convencido llegaron a casa de Naya, quien les pidió esperaran ahí, pero Marco salio sin darle oportunidad a ninguno de hablar, toco la puerta y la madre de Naya salio a ver quien era, los cuatro solo veían asombrados como el empezaba a platicar y hacer reír a la madre de Naya que estaba también sonrojada, Naya no lo podía creer y decidió bajar del auto y los demás la siguieron, pues ella no podría sola con el gran espejo, Marco y su madre seguían hablando sin darle importancia a los chicos que subieron al cuarto de ella, eso le facilitaba las cosas porque así no tendría que decirle nada, pero al subir se encontraron con la hermanita de Naya, que se detuvo sin saber que decirle, emocionada la niña bajo a abrazar a su hermana diciendo que la extrañaba mucho y que se disculpaba si le había hecho algo, Naya llevaba en brazos a Hiro y temblando abrazo a su hermanita para consolarla, le dijo que no era por ella que se fue y su hermanita volteo a ver a su muñeco.

-¿Fue por lo que le hiciste a Hiro?- Dijo la pequeña sorprendiéndolos.

-¿Qué dices?- Naya no daba crédito a lo que su hermanita decía.

-Te fuiste para regresar a Hiro a su cuerpo ¿no?

-¿Cómo sabes eso Sara?- Dijo Naya mientras su hermana tomaba a Hiro y lo ponía en las escaleras sonriendo, y Hiro se quedo de pie, Gamaliel entonces se agacho para verla.

-Hablan muy fuerte, mi mamá usa tapones para los oídos para dormir y por eso no los escucho.

-Así que ya sabias todo. –Dijo Hiro y se rieron los dos juntos y Gamaliel se acerco a ella.

-Siempre la estas cuidando ¿Verdad?- Pregunto Gamaliel a la pequeña Sara dejando de lado a Naya. –Por eso no funciono tu hechizo.

-Gamaliel, tu también estas diciéndome cosas que no comprendo.

-El alma que buscabas regresar a este mundo ya estaba aquí cuidándote.- Dijo Gamaliel acariciando la mejilla de Sara que empezó a reírse y fue cuando Naya se dio cuenta, Sara había nacido un año después de la muerte de su amigo Hiro, pero desde que lo hizo, siempre estuvieron juntas y siempre se llevo bien con ella, no solo como hermanas, la pequeña era su amiga a pesar de la diferencia de edad.

-Sara...

-Siempre estaremos juntas.- Dijo la pequeña y su hermana no pudo evitar derramar unas lagrimas a la vez que sonreía. –Pero debes regresar a Hiro a su cuerpo.

-Si, si lo haré.- Dijo Naya secando sus lagrimas y sintiéndose mas llena de fuerza. Pensaba que desde que su amigo Hiro falleció se había sentido sola, hasta este día que se dio cuenta de la gente que había a su lado, su hermana Sara, de sus padres que a pesar de sus problemas se querían aun y la cuidaban, Marco se había dado cuenta de su error y ahora lo sentía mas cerca que nunca, su amiga Bele quien a pesar de la mentira estaba con ella, Gamaliel un amigo resiente que estaba haciendo mas de lo necesario para ayudarla y Hiro, quien estaba tan enamorado de ella, que estaba dispuesto a seguir en ese cuerpo, nunca mas estaría sola, abrió su armario en presencia de todos y saco las cosas que aquel día oculto, saco el espejo de cuerpo completo, viendo un reflejo nuevo en el, pues no era la misma niña que hacia unos días había intentado huir de la realidad, fingiendo un rito que al final tuvo resultado, miro a sus amigos y con gran decisión asentó con la cabeza.

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