HELENA:
-David, tenemos que hablar. Sé toda la verdad- Ensayaba con mi reflejo del espejo del ascensor, si el ascensor hubiera cámaras me tomarían como una loca. -No, no lo nieges- Se abrió la puerta del ascensor dejandome ante la puerta del piso de David, estaba decidida, no lo quería ocultar más, sabia la verdad y no sé a quién intentaba proteger.
David me abrió la puerta en chándal.
-¿Qué pasa Helena, y ese menjase tan kamikaze?- Decía mientras me abría la puerta.
-Tenemos que hablar, David-
Me senté en el sofá y hice una mueca para que se sentara a mi lado, él asintió. Era el momento.
-Bien David, bien sabes que no me gusta morderme la lengua y ir directa al grano, así que es lo que haré-
Él me dijo que adelante, mientras tomaba un trago de vino.
-Sé que le has puesto los cuernos a Laura-
Él abrió extremadamente los ojos haciendo escupir el sorbo de vino al suelo.
-¿Qué dices?- Cogió una servilleta para secarse la boca.
-David, deja de jugar, te ví con la pelirroja hace cosa de dos meses, dándote un beso. ¿Es la de la fiesta, verdad?- Le pregunte.
-Sí... Pero, antes de que montes el numerito ha llegado el momento de que te diga la verdad.. La verdad que llevo dándole vueltas dos años- se puso las manos en la cara.
-¿Que verdad?- No entendía nada.
-No quiero que pienses mal de mí...-
-Bueno David, suéltalo-
Él se levantó del sofá. Odiaba que no lo dijera de una vez. -David, dilo ya!- Le dije subiendo el volumen de voz.
-¡Que me gustas Helena, me gustas mucho!-
Yo solté aire. Estaba congelada.
Pasaron unos segundos de silencio incómodo hasta que lo rompí.
-No lo entiendo..-
-Veras, la pelirroja se llama Ana, quería ver si estar con ella, me hacia sentir algo por Laura, quiero decir culpa, arrepentimiento, amor... Pero no. Solo pienso en ti. Llevo así tres años y hace seis meses que me he dado cuenta-
A mi se me nublaba la vista, me aguantaba las lágrimas en mis ojos, Laura era como mi hermana y David, prácticamente mi mejor amigo.
-Me tengo que ir. Adiós-
Y así me fui, cerrando la puerta y dejando una conversación importante en medio de la nada.
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ALGÚN DÍA
Romantizm¿Crees en el destino? Porque esta historia te hará creer en él. Una chica llamada Helena, que vive en Madrid y a sus 18 años tiene que trabajar de camarera para sobrevivir y darle de comer a su madre, la que fue abandonada por su padre. Una vida inj...
