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HELENA:

Al acabar mi asqueroso día, el cual era habitual. Fui a mi casa a cambiarme. Salí de mi habitación y mi madre me observaba mientras me ponía el perfume, el poco que me quedaba.
-Estás preciosa, Helena- Me decía ella.
-Gracias mama-
-Me hubiera gustado que tu padre te hubiera visto crecer hasta el momento de hoy, en el que ya eres una mujer- A mi madre se le ponían otra vez los ojos cristalinos, sus preciosos ojos marrones. Odiaba que siempre acabara hablando de mi padre. Él se fue, yo lo superé y ella se quedó atascada. Pero a parte mi padre era un imbécil. Ojalá todo fuese como antes, como antes de todo.
-pero él no está mama, se fue- Le dije y salí de mi casa sin mirar , ni siquiera, la reacción de ella.

Caminaba por la calle, yendo a donde había quedado con Laura, aún quedaban 35 minutos pero necesitaba salir de casa, siempre evitaba hablar de mi padre. Pasando por un bar llamado 'el rincón del tapeo' observé por el cristal y a David con una pelirroja, muy cariñosos. Laura era morena... Pensé que era una amiga suya, pero David se levantó y al despedirse le dio un beso en la boca. Cerré los ojos con fuerza, y los volví a abrir, deseaba que fueran imaginaciones o paranoias mías. Pero no.

Al llegar al restaurante estaba Laura en la puerta, esperando.
-Hola- Nos dimos un abrazo.
-Tranquila que invito yo, eh- me decía Laura.
Yo asentí.
David vino minutos más tarde.
Estábamos cenando. Y solo veía a David y pensaba,
"pedazo capullo", y ¿Qué hacía le decía a Laura y le rompía el corazón? ¿Y si fue un malentendido?.
Cuándo David se levantó para ir al baño, Laura aprovechó y me dijo
-Estas muy callada. ¿Estas bien?-
Era el momento. Pero... No me atrevía .
-Eh... -
-como digas amiga. ¿Piensas que David me pedirá la mano?-
Yo trague saliva.
-A ti o a otra- dije para . -Quiero decir, tu ya das por hecho que te va a pedir la mano, por eso buscas restaurantes y eso, no?-
-si, tienes razón-

ALGÚN DÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora