ALGÚN DÍA

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JHON:

Teníamos que buscar información sobre la hija de Sandra. Pero,¿ por donde empezar?.
Tom y yo, desayunamos en el hotel. Y fuimos a la comisaria de policía.
Después de estar veinte minutos esperado, finalmente el comisario nos atendió.
-Buenos días, mi nombre en Alberto ¿en qué les puedo ayudar?- Nos dijo el hombre, el holor que desprendía era desagradable, se notaba que fumaba ya no solo por sus dientes.
-Verás, estoy buscando a la hija de una buena amiga mía. Se llama Sara Rodríguez.-
-De acuerdo, a ver en los archivos....- se frotó la nariz, mientras buscaba en el ordenador- Sara, Sara...-Dijo para él. -Bingo, Sara Rodríguez, casada con Tomás Del Ramo. Este, accidentalmente murió. Tuvieron solo una hija. Pero, no pone el nombre ni dirección. Tiene tu edad, por lo que pone. Deberías ir al juzgado, a ver si tienen esos papeles. Te daré una orden para que puedas. Toma- Me extendió la mano y agarré el papel.
-Muchas gracias, de verdad- Tom y yo le dimos la mano.
-Adiós-

-Que bueno, has sacado mucha información.- Me dijo Tom.
-La verdad que sí, vamos al juzgado- Estaba muy contento.
Atravesamos la famosa puerta del Sol para ir a los juzgados, había mucha gente, se ve que había un mercadillo o como lo llamen. Era un caos.
-Vamos deprisa, van a cerrar- le dije a Tom, él simplemente asintió.
No se podía pasar de la gente que había, estaba leyendo los papeles, cuando me choqué con una rubia con un vestido blanco precioso. Ella era preciosa.
La miré bien y la reconocí. Era la chica que ví tras el cristal la otra noche
-Ten cuidado chaval- Me dijo. Yo reí.
-Si has sido tú quién se ha chocado-
Ella me miró de arriba a abajo y emarcó las cejas. Su amiga morena, la cogió del brazo y se la llevo.
-Llegamos tarde- le dijo la morena. Me di la vuelta y le grité.
-espera..- no hizo caso.
-Vamos- Dijo Tom
La chica era preciosa, y tenía genio.