MI SALVACIÓN

Turbia asustada por lo desconocido

Shinobu, Isaka, An, Asahina y Aikawa se quedaron sorprendidos y temerosos al ver dos autos deportivos saliendo disparados.

- ¿esos eran...- Isaka no sabía si reir o llorar.

- rápido, hay que seguirlos- Aikawa haló del brazo a Kohinata, esta tomó a Asahina, este a Isaka y este a Shinobu.

Llegaron al parqueo del lugar y vieron 2 autos, un deportivo rosa y un Ford sport 4x4 azul.

- apuesto que tu auto es el rosa chillón- apostó con burla Isaka, Aikawa solo le regresó la sonrisa y presionando el botón de su llavero para quitar al alarma antirrobo, haciendo sonar la alerta de desactivación, la cual provenía del Ford.

Isaka solo quedó con la boca abierta.

- ¿por qué elegiste un Pick-up y no un deportivo?- preguntó tímida An, todos estaban entrando al auto.

- si el auto deportivo rojo es para hombres solteros, ¿por qué no un impotente Pick-up azul para una dama soltera?- respondió orgullosa la peliroja, recibiendo una sonrisa de aprobación de parte de An y Shinobu - deben sujetarse- habló con voz cantarina, acelerando a tope, ni tiempo les dió de sujetarse los pasajeros.

- ¡¿que todos ustedes son locos al volante?!- preguntó asustado Shinobu, Isaka se abrazaba a sí mismo, Asahina lo abrazaba con fuerza, Shinobu, bueno él se agarraba con fuerza del sillón.

An llevaba su cinturón de seguridad, y confiaba en la peliroja, no sabía porque confiaba en ella si no la conocía, pero seguiría a su corazón.

Todo iba bien, cuando sonó el celular del rubio.

- aló.

- ¡Shinobu! Explícame que rayos pasa, estoy viendo las noticias y sale una carrera clandestina.

- no te preocupes, no estamos en ninguna carrera...

- tú no, ¡Hiroki y Nowaki estan compitiendo contra Ijuuin!- la voz de Miyagi sonaba molesta.

- viejo calmate, los estamos siguiendo para detenerlos- Shinobu no era alguien con paciencia.

- Takatsuki Shinobu...

- ¡¡No soy Takatsuki, soy Kamijou!!- el grito hizo que todos lo vieran, eso hizo que un sonrojo apareciera en sus mejias, ¡que vergüenza!.

- esta bien que quieras mucho a Hiroki, pero por algo Dios...

- ¿qué tiene que ver él en esto, hay una pandemia, nuestra familia esta en crisis, solo hemos pasado malas rachas- inconciente de todo a su alrededor, Shinobu empezó a llorar, Isaka abrazó a Asahina y este aceptó el abrazo. Aikawa tomó con su mano la de An, todos con semblante triste, el rubio prosiguió en su plática con Miyagi- tantas personas muriendo, otras más sufriendo, se supone que él es un Dios de amor, entonces ¿por qué...

- Shinobu, yo sé que muchos piensan eso pero... piensa lo de esta forma, sin un adolescente comete un error es él quien debe resolverlo, no su padre. El hombre creó un virus y sería muy egoista pedirle a nuestro padre que elimine algo que es nuestra responsabilidad.

-...- todo el lugar quedó en silencio, talvez, esta pandemia es una lección para aprender y para reflexionar sobre lo mal que nos hemos portado.

- ¿Shinobu-shin?

- gracias, Miyagi.

- no es nada mi pequeño terrorista, ahora vayan por esos lunáticos y por Misaki.

- si viejo, por Mamá Hiroki y por papá Nowaki y por...- Shinobu hablaba animado hasta que se dió cuenta de un pequeño detalle- ¡¿DÓNDE ESTÁ MISAKI?!- el grito hizo que todos en el auto se asustaran.

- ¡Eri-san!- An suplicó a Aikawa quien frenó en seco, y sin más dió vuelta y regresó por donde venían.

Miyagi por otro lado se alejó el celular de su oído y cuando se recuperó solo escuchaba el sonido de la llamada colgando. Baya que tenía a un terrorista de pareja, aún recordaba el como lo conoció.

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- Miyagi-sensei me gusta.

Era la primera vez que un alumno se le declaraba, no sabía como proceder con algo como eso.

- Joven Takatsuki, talvez esta confundido...

- no lo estoy, usted me gusta, me volvió gay, ¡hagase responsable!

- ¿perdon?

Eso lo había dejado sin palabras, ¿quién se creía es mocoso?

Los días pasaban, poco a poco, Shinobu se iba colando en su corazón y en la hora del receso.

- Hiroki, te presento a Shinobu...

- ¿él es su estudiante favorito?- preguntó divertido Hiroki.

- obvio- habló con orgullo el rubio, mientras Miyagi solo se dejaba caer en su silla, ahora tenía a dos compañeros orgullosos.

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- Miyagi, ven rápido a mi casa- Hiroki se escuchaba alterado.

- ¿tanto me extrañas?, Nowaki no te satisface- trató de bromear pero cuando escuchó el motivo de la llamada, eso si que lo preocupó.

- Shinobu ¡¡está herido!!

Corrió y corrió, manejó de forma brusca y cuando llegó a la casa de Hiroki, sintió un nudo en su estómago, y la ira se iba acumulando.

- ¿Miyagi?- el pequeño rubio, con golpes de látigo en su cuerpo y rostro, cortadas y golpes, parecía que había sido torturado.

Resultó que el señor Takatsuki, padre de Shinobu, lo había comprometido con una joven molesta.

Molesto él, se reveló ante su padre, diciendole que era gay y ya estaba enamorado, el señor muy astuto hizo que la pelea estuviera a su favor, y le sacó la información necesaria. Al saber que los profesores Miyagi y Hiroki eran gays, les hizo la vida imposible.

Es por eso la pobreza de nuestros amigos.

Poco a poco, Shinobu lo fué enamorando,y cuando menos se dió cuenta se había enamorado completamente de ese joven, quien junto a Misaki se divertían.

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- ¡¡¡AYUDA!!!- Akihiko corría junto a Misaki, ambos huían de una furiosa turbia.

El objetivo de esta: "cazar al perro salvaje".

- ¡Usagi-san! ¿qué hacemos?- Misaki corría, a la par de él iba Akihiko, a duras penas lograron salir de la limusina de Kyo, y ahora un monton de personas los empezaron a seguir, según ellos, "un demonio" andaba en las calles de la ciudad.

- no lo se Misaki, pero no te preocupes, vamos a salir ilesos.

- ¿por qué tan seguro?

- porque te protegeré.

Ambos se sonrieron, más no se dieron cuenta que habían sido rodeados.

- niño, aléjate del demonio.

- patojo no sabes el peligro que corres.

Cosas hací se escuchaban, Misaki temblaba de miedo, miedo de ser linchado por esas personas, ya que empezaban a creer que el joven era brujo y andaba maldiciendo a la gente.

Akihiko se colocó frente al menor, gruñiendo hacia las personas, nadie tocaría a Misaki, antes muerto.