- ¡Mierda, serote!, te pedí café con 3 de azúcar, no sin azúcar.
El azúcar se sirve por separado, si hubiera esperado...- fué lo que pensó Xie Lian, quien veía a la lejanía.
- estoy aquí para pedir un café y se sirva rápido, soy un empresario muy ocupado.
Hua Cheng tenía la mandíbula tensa, por alguna razón que Xie Lian no comprendía, Hua Cheng, por primera vez, no se defendía, solo atinó a bajar la cabeza.
A Xie Lian le pareció ver a un pequeño zorro ser amenazado por un búfalo, y a él, no le gustó.
- Disculpe señor, ¿pasa algo?
- si, que este mocoso es mal empleado, me dio un café sin azúcar.
- Ge...
- y todavía tiene el descaro de solo verme la cara y no correr a buscar el azúcar. Es un empleado incapaz, debería despedirlo.
Xie Lian inhala aire mientras veía a Hua Cheng, este solo lo veía, y en sus ojos pudo ver un deje de culpa.
Culpa... ¿culpa de qué?
- Señor, primero, el azúcar se dá en bolsitas, para que el cliente, según su gusto, se sirva, y segundo, no puede venir a decir que mi empleado es incapaz, aquí el que decide eso soy yo.
El hombre quedó mudo y molesto.
Hua Cheng quedó mudo, sorprendido y por alguna razón, un ligero sonrojo adornó sus mejías.
Por primera vez, alguien salió a defender lo, nunca, ni su padre había defendido al pequeño Hua Cheng, siempre se había valido solo.
Nunca más se presentó el hombre.
- No entiendo señor Xie, ¿Qué fue lo malo ahí?
Xie Lian sonrió.
Una hoja llegó a manos de Xie Lian.
Lluvia Carmesí, hay un trabajo nuevo, 25 mil varas por la cabeza de un serote.
Hua Cheng seguía en el sicariato.
Hua Cheng seguía cometiendo asesinato y usaba su cafetería como fachada.
Dolió.
Ese dulce joven a quien defendió y a partir de ese día le permitió llamarlo "San Lang", creía haber hecho un amigo.
Una batalla verbal se llevó a cabo, Hua Cheng no negaba, Xie preguntó y le respondió:
- Aunque niegue todo, GeGe, ¿Usted me creería?
Xie Lian, con lágrimas en los ojos, le pidió, de la forma más firme que pudo, que se fuera.
Y lo hizo, se marchó para no incomodar a GeGe.
Días después, Xie Lian sentía un vacío en su pecho, uno que no se eliminaba, aunque su nuevo empleado, Shi QinXua, lo divirtiera, le dolía el recordar que era San Lang quien lo divertía, con divertidos coqueteos y juegos mentales, ¡nunca se había divertido tanto!
33 casas habían sido incendiados de forma misteriosa.
La delincuencia ha disminuido en el departamento.
Nueva lotería, lotería Dianxian, una forma de probar suerte y ganar un poco de dinero.
5 meses después, ocurrió un desastre, los asaltantes habían disminuido de alguna forma, pero los extorcionistas habían aumentado.
Un extorcionista conocido como "BaiWuxian" o "La Calamidad blanca", esto debido a la moto y arma, siempre portaba una máscara de la mitad riendo y la otra llorando, jamás se había visto su rostro ni rastreado debido a la moto sin placas.
- ¡dame el puto pisto!
- no, váyase o llamo a la policía.
El delincuente lo apuntaba con el arma, pero Xie Lian sabía artes marciales, logró quitarle el arma, pero no se esperaba una navaja.
Dija navaja fué incrustada en su abdomen.
El delincuente se marchó.
Xie Lian estaba en el suelo, desangrándose.
Padecía de los nervios, sentía al doble el dolor.
- San Lang~ - susurró, antes de caer inconsciente.
Cuando despertó, estaba en el hospital, el doctor le hablaba pero él no podía responder.
A las 3:00 pm, la hora de la visita, se encontró con quien menos pensó.
- ¿San Lang?
- GeGe, por el amor que Dios, que bueno que este bien.
Resulta que, Hua Cheng, en todos esos meses, había incendiado las casas de 33 personas, personas que habían hecho daño anteriormente a Xie Lian, los asaltantes disminuyeron debía a que él, contrató a los jóvenes para trabajar en su nuevo negocio, dicho negocio era una venta de lotería llamada "Dianxian".
Todo lo hizo, para ser mejor persona.
Mejor persona para estar a la par de Xie Lian.
Para tener una oportunidad.
- oportunidad de...
- oportunidad de pedirme que saliera con él.
Xie Lian estaba enamorado de Hua Cheng, desde hace tiempo, y Hua Cheng, desde que lo vió por primera vez.
- lo engañó con una mentira terrible... pero usted lo perdonó.- habló Misaki, como si hubiera encontrado un misterio oculto.
- todos merecen tener una segunda oportunidad, queda en la persona tomar esa oportunidad.- respondió con voz suave y sabía.
Y el misterio se había resuelto.
Capitulo dedicado a: IveBrooks el cap anterior también aparecen tus personajes favoritos, toma ambos caps como regalo por pasar el semestre en la Universidad ♡
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MI SALVACIÓN
LosoweUsami Akihiko 26 años, un principe del siglo XX, poseia belleza, riqueza, estatus y podía hacer que cualquier mujer y hombre caera a sus pies. El problema es que Akihiko es un hombre codicioso, lujuriento. Un día trata de violar a un joven con mente...