Capítulo 9

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Narra Vane

Llegué a casa y dejé las cosas en una mesa que estaba junto a las escaleras y subí al cuarto ya que no tenía hambre, sólo quería hablar con Ana. Agarré mi celular y le escribí para ver como le fue.

- Ana, ¿como te fue con la chica? - le dije por mensaje.

- Ni me la recuerdes, voy camino a tu casa,  te cuento cuando llegue -

No respondo y esperé a que llegara, con ese tono sabía que estaba molesta y que quería matar a alguien, a los pocos minutos oigo el timbre y bajo a abrir.

- ¿Ana cómo estás? -

- ¿Tienes cerveza? - dijo mientras entraba molesta.

- No, se me acabo ayer, pero si quieres voy a comprar -

- No olvídalo, vamos a tu cuarto - dijo mientras subía molesta.

- Oye Ana relájate -

- No me digas que me relaje - dijo gritando mientras se tira a la cama.

- Oye cuéntame lo que paso - dije mientras me sentaba a su lado.

- Bueno - dijo mientras respiraba para calmarse - Luego de que Isa y yo nos fuimos del bar ella me llevó a su casa, estábamos las dos muy excitadas y estábamos ya en ropa interior, estábamos en su cama besándonos y tocándonos, cuando estaba a punto de introducir mis dedos en ella, escuchamos que la puerta se abrió, ella me apartó y dijo que agarre mis cosas y me fuera sin que me vieran, yo no sabia que pasaba, ella me metió en un cuarto y me dijo que luego de que no hubiera nadie me fuera, me dijo que saliera lo más rápido que pueda, yo pensé que era porque aún vivía con sus padres o con una compañera, cuando me escondí en el cuarto veo a un hombre subiendo, yo estaba mirando por la puerta de la habitación en la que me escondió y vi que el maldito le dió un beso y le dijo mi amor, la muy perra estaba casada y yo solo fui su puto experimento - dijo muy enojada y golpeándome.

- Eso te pasa por abandonarme por una mujer que apenas conoces - no pude aguantar la risa.

- Deja de reírte que no es gracioso - seguía molesta.

- Claro que si - dije mientras secaba mis lagrimas.

- Ya basta Vane, ¿sabes desde cuando no tengo sexo? - dijo poniéndose de rodillas en la cama.

- Dime, ¿Desde cuándo? -

- Una semana - dijo como desesperada.

- ¿Es en serio? - no podía creer que me dijo eso - Ana estás exagerando -

- Lo dices porque puedes tener sexo cuando quieras, yo con el trabajo y las ocupaciones no me da tiempo -

- Pues eso se puede resolver fácilmente -

- ¿Ah sí? ¿Cómo? -

- Si quieres podemos tener sexo tu y yo - dije sonriendo.

- Deja la idiotez - agarró la almohada y me golpeó con ella.

- Oh vamos, sabes que quieres - dije mientras me le lanzaba encima juguetona.

- Vamos, ya déjame que no estoy para juegos -

- Di que no te quieres acostar conmigo, dilo - empece a hacerle cosquillas.

- Vamos Vane déjame - dijo riendo.

Pare de hacerle cosquillas y seguí arriba de ella mientras seguíamos riendo, en un momento seguíamos sonriendo y nos quedamos mirándonos, en un momento de debilidad nos empezamos a besar.

Nos estábamos besando como si no lo hubiéramos hecho en mucho tiempo las dos estábamos aceleradas y nuestras lenguas jugueteaban juntas, Ana me quitó la camisa y siguió besándome mientras recorría sus manos por mi espalda, yo también le quité la camisa y el pantalón, nos quitamos todo hasta quedar completamente desnudas. Seguía besando a Ana y fui bajando por su cuerpo mientras la besaba hasta por fin llegar a su vagina, empecé a darle besos y a jugar con mi lengua, ella cada vez se excitaba más y empezó a agarrar las sábanas de la cama, cada vez sus gemidos subían más de intensidad, subí para besarla mientras introducía mis dedos dentro de ella, yo los movía de adentro hacia afuera rápidamente, las dos estábamos excitadas pero Ana más que yo, podía sentir como se mojaba cada vez más y más, sabía que ya no aguantaría, yo la seguía besando y penetrando con mis dedos mientras sentía como recorría sus uñas por mi espalda rasguñándome, Ana dijo que ya no aguantaba y terminó acabando con un gran gemido. Las dos caímos en la cama con nuestras respiraciones agitadas y nos quedamos un rato ahí acostadas, Ana se recostó sobre mi pecho y me abrazó y nos quedamos así hablando.

- Gracias - dice Ana como aliviada.

- ¿Por que? - dije confundida.

- Porque de verdad no aguantaba más -

- Si eres exagerada - me reí un poco.

- No seas mala, ya quiero verte yo cuando no consigas con quién acostarte -

- No creo que pase aún -

- Si eres creída - dijo riendo un poco - pero bueno por lo menos se como se siente acostarse contigo -

- ¿Y como fue? -

- Algo aburrido, he probado mejores -

- Oye! -

- Estoy bromeando fuiste excelente - dijo mientras reía.

- Bueno sabes donde encontrarme siempre que necesites satisfacer tus necesidades -

- Jajaja que graciosa eres - dijo de forma sarcástica mientras se levantaba de la cama.

- Oh vamos, sabes que quieres volver a acostarte conmigo -

- Lo pensaré - dijo mientras terminaba de vestirse.

- Dale, pero me debes sábanas nuevas -

- Adiós Vane - dijo mientras cerraba la puerta del cuarto.

Yo me quedé ahí acostada en la cama para poder dormir un poco, me puse a pensar en el día que nos conocimos Ana y yo.

Flashback

Cuando teníamos 6 años unos chicos estaban en el parque molestándola porque sabían que le gustaba las niñas, yo llegué corriendo con una rama y los empecé a golpear, desde ese día nos hicimos buenas amigas, aunque cuando tuve 10 años quise que Ana fuera mi novia ella solo me veía como una amiga y así quedamos.

Fin del flashback

En un momento esos pensamientos empezaron a cambiar y empecé a pensar en ese beso que le di a Malú, aunque sabía que no debía hacerlo no me arrepentí de habérselo dado. Entre tanto pensar me fui quedando dormida poco a poco hasta caer completamente.

Inesperado amor - ValúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora