Tras una discusión. Sabine empieza odiar a Ezra por hisuntarla durante la discusión.
Debido a esto, ella crea un plan para hacer que lo expulsen de la Rebelión y que no tengan ningún problema para que pueda tener una Vendetta personal contra Ezra...
Era una noche tormentosa. Una nave Gauntlet aterrizaba en el hangar de la prisión en Lothal. El joven gobernador entraría a la Prisión, caminaria por los pasillos hasta llegar a una celda, después de entrar, un escudo cubriría la puerta. El joven tenia en frete a su amiga, ella estaba sentada en su cama improvisada, con las manos esposados.
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Ella llevaba puesto un uniforme de prisionero, tenía el pelo cortado y descolorido, debido a la falta del tinte y el ciudado que el pelo tenia.
El joven jedi agarraria una silla de metal y preguntaria - ¿puedo sentarme?
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La mandaloriana no diría nada. El jedi solo se sentaría. - ¿Que pasa Sabine? ¿Te tratan mal los guardias? Puedo hacer algo si es así, pero necesito que me digas algo.
- Mi estancia aquí en los últimos meses, no se compara a la tortura que me haces, al venir a verme.
- Lo que vivimos, de vernos de jóvenes, fue difícil para los dos.
- Ketsu tenia Razón, me descontrole, solo pensaba en matarte. No pensaba en el riego, ni el sacrificio que tenía que hacer. Solo necesitaba recibir dos disparos de mi misma, para darme cuenta. Y aun quieres verme, aun después de rendirme y entregarme, para pagar mis crímenes, aun queires hablar con migo. Bueno al demonio, ¿Que esperas?, dime todo lo que quieras, matame, enviame al mismísimo infierno, y recibe tu ovación. ¿Vamos?
- No, no está vez. No quiero lastimarte Sabine, no quiero que ningúno de nosotros mate al otro, pero se acaban las opciones. Quizás todo cambie esta noche, puedo hablar con Mom Momtha para que te saque de aquí. Puedo ayudarte a recuperar todos tus recuerdos, no se que fue lo que te habrá hecho cambiar tu vida, pero quizás, yo estuve ahi. Deberíamos trabajar juntos, podría rehabilitarte, no tienes porque estar sola, no tenemos porque matarnos. Dejame ayudarte - Ezra se levantaría y le extendería la mano, para que ella la tomará.
Sabine reflexiona y se levanta, camina hacia Ezra, y le cierra la mano. - Lo siento, pero no, no no es muy tarde para eso. *trueno* Ja ja ja ja ja, ¿sabes? Es curioso. Esto me recuerda un chiste. Veras. Hay dos sujetos encerrados en un acilo para lunáticos, y una noche deciden que no les gustan estar ahí, y deciden escapar. Así que se suben al techo, y cuando cruzan un espacio estrecho, ven todos los techos de la ciudad que los llevarían a la libertad. Ahora el primer sujeto cruza saltando sin problemas, pero su amigo no puede, el teme caerse. Así que el primer tuvo una idea y dijo "¡Hey, toma esta linterna, te ayudará ver la brecha entre los edificios, y así podrás caminar por la viga y unirte a mi!", y el segundo sujeto le dice: "¡Acaso crees que estoy loco, la apagaras cuando valla a mitad del camino!". Ha ha ha ha ha! Ha ha ha ha ha ha haaaa... Fnfff... Disculpa. Ha ha ha ha ha...
