Siren - Shoto Todoroki

Especial: Hermanos Todoroki

Inicios de año, mes de Enero día 18. Un día cualquiera, pero no para Touya Todoroki, ya que es el día que le recuerda su existencia.

Sus planes para este especial día... Ninguno. A menos que ver el abismo por horas sea un plan. Un día más, sin pastel, sin velas, sin confeti, sin globos, sin serpentinas, sin cursilerías.

Ding Dong

—Fuck... No ahora porfavor —sufrió Dabi mientras se restregaba la cara frustrado.

El, ahora el peliblanco, se encontraba acostado en su sillón. Soltó un grito y se levantó con furia hacia la entrada.

—¡Si no es algo de suma importancia, TE MATARÉ! —declaró el villano.

—No seas tan agresivo, soy yo —respondió una voz femenina tras la puerta.

Una voz que Dabi reconoce, una voz dulce y cálida, hipnotizante como el canto de una sirena. Sin embargo, tras abrir la puerta no está Inna, bueno sí, pero también había alguien más junto a ella. Un chico de cabello bicolor y ojos heterocromáticos, una persona que Dabi conoce a la perfección. Sin embargo, todavía no terminan las sorpresas.

—Explica —dijo Dabi mirando fijamente a Inna.

La chica se encontraba en su forma mortal, cubierta de pies a cabeza con vestimenta para invierno al igual que el chico, sin embargo el traía entre sus manos un pastel blanco con detalles azules y morados.

—Shoto me insistió en traerlo contigo, solo quiere darte un presente. Incluso él hizo el pastel, pero como no es muy bueno cocinando cosas caliente, le enseñé hacer un pastel de helado —explicó Inna entusiasmada.

Dabi bloqueó la puerta esperando que la pareja entendiera la indirecta que no los quería aquí y menos los iba a dejar pasar a su departamento.

—El pastel es de moras, le pregunté a mamá cuál es tu fruta favorita. Sé que son datos de hace años así que espero que te guste —habló Shoto serio, como siempre, pero se podía notar en sus palabras un pequeño tartamudeo por lo nervioso que se encuentra—. Desde niño siempre he deseado conocerte y entiendo que no fue correcto aparecer aquí de la nada. Si no aceptas el pastel no hay problema, solo quiero decirte esto antes de irme...

Chocó la mirada de los dos Todoroki. Dabi está completamente confundido, piensa que es una trampa y en cualquier momento varios héroes lo rodearan, entre ellos Endeavor, su padre. Pero confía en Inna, así que su ansiedad disminuye. Shoto suspiró y se preparó para terminar de hablar.

—Feliz Cumpleaños, Hermano.

—Tsk —fue el primer que sonido que la salió de la boca de Dabi ante tal confesión—. Todo es tu culpa, Inna.

—¡¿Eh?! —expresó confundida la azabache.

Dabi les dio la espalda y se adentró a su departamento, con su mano les dio una señal a la pareja para que lo siguieran y eso hicieron.

Dabi e Inna empezaron a poner la mesa como si fuera un hábito, Shoto los observó expectantes, su novia le platicó sobre su relación con el villano, actualmente su hermano, y él sospechaba algo cuando Inna le dio parte de su esencia, para salvarlo de la bala, vio los recuerdos de Inna.

El mayor se sentó en un extremo y la pareja en otro. Se quedaron en silencio por minutos, Shoto y Dabi no saben cómo interactuar entre ellos e Inna tenia miedo de decir algo equivocado. Tener tres introvertidos juntos no es una buena decisión.

—¿Y como se parte esta mierda? —Dabi fue el primero en hablar.

—Con el cuchillo —respondió con obviedad la chica y su novio asintió dándole la razón.

—¿Comparten la misma neurona? —preguntó irritado el peliblanco. La pareja se miró entre ellos confundidos por tal sugestión.

Inna y Shoto olvidaron un pequeño detalle, el pastel es de helado así que para partirlo un simple cuchillo no servirá, debían de derretirlo y para eso necesitan fuego.

Dabi al no ver respuesta de la pareja, suspiro cansado y utilizando su quirk prendió en llamas el cuchillo hasta que el metal se calentara a rojo vivo, así fácilmente pudo partir el pastel y repartirlo. La pareja quedó asombrada.

—Sí comparten la misma neurona —susurró el mayor.

El cumpleañero obtuvo todo lo que no deseaba. Y aunque no lo admitiera en voz alta, está agradecido. La soledad es adictiva, pero todo en exceso es malo. Tres personas festejan su existencia, su hermano, su amiga y "un pájaro", ya que en la mañana Dabi encontró una pluma roja en el balcón que cargaba encima un pequeño cupcake,