Siren - Shoto Todoroki

Especial: DabiHawks

Ser un héroe profesional conlleva riesgos. Ser el Héroe número 2 conlleva más riesgos. Ser un héroe infiltrado en la Liga de Villanos y el Ejército de Liberación conlleva muchos más riesgos. Pero juntando todo más estar enamorado de un villano... Los riesgos son tantos que podría morir en cualquier momento.

No sé cómo llegué a este embrollo. Todo empezó con una noche de copas. Dabi, el villano del fuego, me invitó a un bar para sacarme información y saber si era de confianza. Ahora estoy fumando tranquilamente en la madrugada en el balcón de su apartamento.

Creo que me gusta el peligro, pero nunca creí que tanto.

Yo soy Takami Keigo, mejor conocido como Hawks, el Héroe 2. Y estoy a punto de contarte un poco de mi vida.

***

Sus manos son tan ásperas, es tan rudo y fuerte, pero nunca me ha obligado a nada. Sabe que hacer y siempre procura que también yo lo disfrute. Lo que empezó como sexo casual ahora es más.

—Ah... Ah... ¡AH! ~

—Vamos bebé, no lo reprimas ¿Acaso no te gusta?

Por supuesto que me gusta, al contrario. Desde el momento que nos conocimos hubo una gran tensión sexual, nunca imagine que llegarías a más. Debo agradecer que esa noche en el bar, en lugar de decirle la verdad que siempre voy a estar a favor de los héroes y solo estoy con ellos por información, terminamos cogiendo.

—Dabi... ~Ah~ Estoy a punto...

—Lo sé... Lo sé...

Empezó a ir más rápido, entraba y salía de mí con una fuerza que me volvía loco. Me sostenía con su mano izquierda y con la otra me masturbaba. Y tuve más placer cuando comenzó a chuparme los pezones, ese nuevo piercing en la lengua es la gloria misma.

La primera idea que se vino a la mente cuando lo ví por primera vez, es que se ve increíblemente sexy con todos esos piercings.

Estamos en su cama, yo abajo de él. Mis piernas están sobre sus hombros y le abrazó la espalda para sostenerme, aunque en realidad lo rasguñó más que abrazar.

—AH ~

Unas cuantas estocadas y me vengo yo primero, me sigue él. Me encanta que haga eso porque es como ponerle la cereza al pastel.

—AH ~

Amo escucharlo gemir.

Sale de mí lentamente y me acaricia, aún sigue arriba de mí pero se sostiene con sus codos para no dejar caer todo su peso. Me mira fijamente, su rostro sonrojado, su cabello pegado a la piel por el sudor, su respiración entrecortada. Seguramente estoy peor que él.

—Te amo... —me dice.

¿Recuerdan lo peligroso que es mi situación? Esto lo confirma más, por qué sé que llegará el momento en que tenga que elegir y no dudaré en salvar a Dabi.

—Lo sé... —y lo besé.

Sería muy cliché responderle con lo mismo ¿Por qué no usar una referencia de Star Wars?

Cada vez que tenemos sexo, cada beso y caricia, siempre es diferente y lo confirmo. Este beso es como cerrar un trato, esto es amor , nos entregamos completamente. Es un nuevo inicio.

***

—¿Con quién hablas? —le pregunté al verlo tan concentrado en su celular.

Ya era de mañana, mientras Dabi preparaba el desayuno yo ponía la mesa. Ahora prácticamente vivo con él, al principio sólo era para vigilarme, pero como saben una cosa llegó a la otra.

—Con Inna —me respondió.

Otra cosa que me sorprende es que no sabía que él y la hija de EraserHead fueran tan cercanos, esta también es la nuera de Endeavor, está comprometida con su hijo más joven, Shoto.

Apenas son unos adolescentes y saben con quién quieren pasar el resto de sus vidas, y yo aquí dudando... aunque cada vez que me miran esos ojos azules tan eléctricos todo rastro de duda y preocupación desaparece.

—¿Qué dice? —le digo intrigado.

—Va a venir por unas hierbas que se quedaron aquí .

Asentí, no entiendo muy bien la relación de Inna y Dabi pero no le tomo tanta importancia a ese asunto al estar en vuelto en mis problemas, mis sentimientos.

***

Al principio mencioné que estaba fumando tranquilamente en el balcón de mi chico ¿no? Pues no es así, no estoy tranquilo y no ayuda que Dabi llegará a abrazarme por la espalda para calmarme. Necesito contarle la verdad.

—Dabi...

—Eh?

—Yo... te mentí... Soy un héroe, siempre voy a estar de lado de mis ideales —le dije seguro—. Pero no dudes que si pasa algo te protegeré... —rompí en llanto—. Te amo.

—Lo sé... —me contestó de la misma manera que yo lo había hecho—. Siempre supe que todo lo que decías a la Liga era mentira —me contestó acariciando mi rostro y limpiándome las lágrimas—. Sabes que yo haré lo mismo por tí, nunca lo dudes.

—¿Por qué no dijiste nada?

—Creó que ya sabes la respuesta —se acercó a mí y una sonrisa se me escapó.

La noche tan estrellada y hermosa, el sonido de los grillos es nuestra música. Un beso lento y apasionado.

Los dos lo sabemos... Esto es demasiado peligroso.