Capítulo 2. Recordando

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La mitad de las clases se pasaron volando, en unos minutos sonará la campana para marcar la hora de receso, un momento que todos esperan para acercarse a conocer a su nueva compañera.

Pero hubo una mirada en particular que la observó durante todo el día, unos ojos heterocromáticos que al verla, no puedo evitar recordar todo lo que habían pasado juntos.

Flashback
—Vamos —me dijo y se dispuso a entrar al bosque. Yo sólo la seguí con la mirada agachada.

Caminamos unos pocos minutos hasta encontrarnos enfrente de un gran manzano.

—Hermoso, ¿no? —su voz me sacó del trance en el que estaba al admirar la belleza del árbol.

Asentí, aunque todo este tiempo estuviera con una cara seria, seguramente se nota el pequeño sonrojo que tengo al verla.

Ella retiró su mirada en mí y se dispuso a alcanzar una de las manzanas , pero su estatura no era favorable para eso. Así que se detuvo, unos segundos después ya estaba dispuesta a escalar el gran árbol.

—Espera, te puedes lastimar —le dije tranquilo acercándome a ella.

—¿Por qué? —me preguntó inocentemente.

—Tsk, estás desnuda —ella me miró incrédula—. Te rasparás fácilmente.

Alcé la mano y cogí una de las manzanas, se la tendí y ella la recogió felizmente.

—¡Gracias! —me dijo contenta. Asentí.

Todo este tiempo no la miré, sería irrespetuoso de mi parte, aunque ella seguramente pensara todo lo contrario.

Acercó su rostro al mío, tomándome desprevenido y me dijo.

—Vamos.

Se sentó en un tronco y empezó a comer la manzana tan delicadamente. Empezó a palmear a su lado derecho, indicando que me sentara junto a ella.

Me acerqué lentamente y lo hice, cerré los ojos y eché mi cabeza hacia atrás.

Para mí el momento era incómodo, ella estaba desnuda y yo estaba avergonzado por todas sus acciones. Por el contrario, creo que ella se sentía muy a gusto con lo que hacía.

Pasaron unos minutos y escuché que se paraba, seguramente ya se acabó la merienda. Unos segundos después sólo sentí un peso sobre mis piernas.

—¡¿Eh?! —dije al verla sobre mí tranquila mientras seguía comiendo.

—Aaa —imitó un sonido para que abriera la boca.

Lo hice y me acercó la manzana incitándome a que la comiera. Al probarla sentí un sabor muy dulce.

Ella siguió comiendo sin ningún pudor, yo sólo intenté relajarme para que mi cuerpo no reaccionara gracias a su contacto.

—Vamos —volvió a repetir después de unos minutos.

Cuando se paró yo sólo me quedé admirando su belleza.

—Tsk —volteé mi mirada al darme cuenta lo que estaba haciendo.

Caminos a la dirección contraria, seguramente íbamos otra vez al lago. Pero, ¡¿Qué estoy haciendo?! ¡¿Por qué rayos la estoy siguiendo?!

La miré y me fijé que se dirigía a una roca que encima tenía... ROPA.

—TODO ESTE TIEMPO TÚ ROPA ESTABA AHÍ Y NO TE DISPUSISTE A CUBRIRTE —le dije claramente enojado.

Siren - Shoto Todoroki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora