X Ella

-23-

Seiya

Zafiro- ¡¿QUE HICISTE???!!!

Grita endemoniado mirando por la pequeña ventila.

Con su mano enguantada de un solo tirón quita mí daga y la arroja lejos.

Zafiro- ¡MALDITO INFELIZ!!!

Su bramido furioso retumba en el salón alertando a sus peones.

Yo solo sonreí satisfecho.
Fue el acto más altruista y egoísta a la vez que he hecho.

Y no me arrepiento.

Quisiera haber tenido un cigarro en ese momento para lanzarle humo al maldito en su cara.

Es inevitable que el rostro de Serena aparezca por mi cabeza, verla partir estirando su joven mano en mí dirección fue como esas escenas de películas memorables que se repiten una y otra vez en cámara lenta.

Sé que hice lo mejor para ella, debía salvarla fuera cual fuera el precio.

Mí vida.

Los que no se van a salvar sos estos pobres cabrones, que para su mala suerte están bajo el mando del desquiciado mayor.

Zafiro- ¡Vallan a buscarla y no vuelvan sin ella! ¡VIVA , me oyeron , VIVA!!

Chilla desaforado, el grupo sale marchando de prisa de la habitación.

Seiya- No la encontrarás...

Subo mi muñeca débilmente para ver mí reloj.

Seiya- Tiene que estar a punto de salir... Para quedar encerrada en un sitio donde tu nunca podrás encontrarla.

Explico acomodando un poco mí golpeado cuerpo en la pared.

Zafiro- Eso ya lo veremos...

Escupe haciendo le señas a su comando que se encargue de mí.

Tomándome por los brazos me ponen de pie y colocan contra el muro, seguro para fusilar me como los cobardes que son.

Zafiro- ¿Alguna última palabra...?

Pregunta colocándose soberbio a un costado mio.

Seiya- Nunca pudiste llenar ese uniforme...

Blanquea los ojos y se va hacia atrás.

Darien- En posiciones...

Enuncia el desalmado menor
tomando el mando.

Seiya- No podrán usarla para sus oscuros propósitos...

Le espetó mirándolo fijo.
Hace un paso hacia delante
prolongando mí fin.

Zafiro- Ella no nos hace falta... Solo necesito su código genético... Será más bien como un dispencer...

Dice como nada.

Seiya- ¡Hijo de perra...!

Intento irme le en sima pero una docena de armas se clavan en mí piel.

Darien- ¡Suficiente de charla...!

Se adelanta y sin piedad golpea la boca de mí estómago dejándome sin aire.

Aun mareado por la falta de oxígeno vuelven a colocarme contra el muro que quieren decorar con mí sangre.

He escuchado muchas veces contar a las personas que cuando están por morir ven imágenes de su vida ante su ojos.

A mí solo se me dibuja la sonrisa de la mocosa rubia que debe estar camino a la casa de Taiki y Ami.

Me la imagino pudiendo ir a la universidad , estudiando , recibiendo se , conociendo a un muchacho soso de su edad y por supuesto siendo madre.