Capítulo 2

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En la siguiente noche, Jungkook fue hasta la casa de aquellos chicos, le había pedido al chofer de la familia que los llevara a comer así que solamente bajó para tocar el timbre.

—¡Voy! —Yoongi abrió la puerta viendo al menor— oh, hola Jungkook, ya estamos casi listos.

—¿Casi?

—Jimin aún no termina de arreglarse, es todo un desafío con él, siempre quiere lucir como un modelo.

—Ya veo... pero no creo que necesite arreglarse.

—¿Por qué? —Yoongi se cruzó de brazos viéndolo de pies a cabeza.

—Eh, bueno... porque ¿Los chicos no hacemos eso?

—¿Me estás diciendo o preguntando?

—Eh... —Jungkook miró detrás del mayor a Jimin bajando aquella enorme escalera, lucía tan bien que se había quedado sin palabras.

Yoongi se dio cuenta de eso así que se giró viendo a su hermano lucir una camiseta negra, unos lentes con estilo, sus joyas e incluso un bolso de lado.

—¿Vas de turista a algún sitio? ¿Por qué te vestiste así?

—¿Qué tiene de malo?

—¡Nada! —Se entrometió Jungkook haciendo que ambos hermanos lo miraran— ah, lo que decía era... era que, así te ves bien.

Jimin sonrió terminando de bajar para acercarse a los dos chicos.

—Gracias por invitarnos, Jungkook, sé que será divertido.

Jungkook sonrió tímidamente mientras asentía para darse la vuelta y dirigirse con ellos al vehículo.
Durante todo el camino, Yoongi y Jimin hablaban de lo increíble que se veía Seúl, a diferencia de Jk que solamente podía pensar en aquel chico que comparaba con un ángel.

Llegaron a un restaurante de sushi, donde ordenaron diferentes platillos y conversaban acerca de la universidad y lo ansiosos de poder entrar.

—¡Amo mucho la danza! Así que estoy muy ansioso por ir y conocer a más compañeros —sonreía.

—Jimin siempre ha sido el número uno en todo lo que hace —Explicaba Yoongi aburrido de la misma historia— no te metas mucho con él, de lo contrario, terminará siendo una competencia.

—¡Oye! —Jimin le dio un manotazo en el pecho— no le creas, Jungkook, me gustan las competencias sanas.

—¿De verdad? Taehyung y yo siempre hemos competido por estar en los primeros lugares, siempre ha sido así —sonreía mientras recordaba.

—¿En serio? Cada vez que me hablas de Taehyung me muero por conocerlo —sonreía emocionado— espero que podamos llevarnos muy bien entre todos.

—Así será, es realmente el mejor.

—Qué bonito te refieres a él, siempre con una gran sonrisa y halagándolo —Decía Jimin mientras tomaba otro pedazo de salmón poniéndole un poco de salsa de soja.

Jungkook veía la forma tan delicada en la que usaba los palillos pero cuando creyó que no podía seguir pensando de más, miró lentamente como Jimin llevaba ese trozo de salmón a su boca con esos gruesos y rosados labios.

—Wow... —Se le escapó haciendo que ambos hermanos lo voltearan a ver.

—¿Disculpa? —Preguntó Jimin.

—Eh, nada... —sonrió nervioso.

Luego de la cena, volvieron a casa pero Jimin insistió en que bebieran algo en el jardín y Jungkook al no tener nada que hacer, aceptó.

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