Capítulo 27

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En la noche, Jungkook pidió prestado el auto, fue así como llegó hasta la casa de los Park. Estaba algo nervioso pero se sentía listo para hacer esto, se trataba de la última cita en esta guerra de amor.

Pero sinceramente, no quería que fuera la última así que quería que lo eligiera a él.

—¿A dónde vas? —Yoongi miró a su hermano bajar las escaleras algo apresurado.

—Saldré con Jungkook.

—¿A dónde?

—No lo sé pero eso solo lo vuelve más interesante ¿No te aparece? —Se ponía el pendiente en la oreja.

—Jimin, no sé si...

—¡Nos vemos! Ya le dije a papá y mamá que saldría, adiós.

Al salir de la casa, caminó muy apresurado hacía el auto donde Jungkook lo esperaba para abrirle la puerta.

—Oh, muchas gracias.

—No es por nada.

Una vez dentro del auto, Jungkook dio marcha para ir a su destino.

—Estoy muy emocionado por esta cita, ¿A dónde iremos?

—Es una sorpresa aunque deberías de decirle a tus padres y a Yoongi, por supuesto... que hoy no volverás a casa.

—¿De verdad? Bueno, de todas formas les dije que probablemente eso... —Tragó saliva un tanto tímido viendo la ventana— podía pasar.

—¿Ah sí? —Jungkook levantó las cejas sin dejar de mirar hacia enfrente— eso es interesante, ¿Por qué pensabas eso?

—Bu-Bueno... no lo sé, es algo tarde para una cita ¿No crees?

—Sí, es cierto... y pensaste correctamente.

Jimin lo volteó a ver viendo la sonrisa de su parte.

—¿Vas a decirme a dónde vamos?

—Llegaremos pronto.

Luego de un rato, llegaron a su destino. Jimin estaba sorprendido una vez que bajó del vehículo.

—¿Vamos a acampar?

—No es cualquier campamento, es un glamping, es lo mismo pero de lujo —sonrió mientras bajaba una pequeña maleta del baúl de su auto.

—Esto es hermoso —Miró la fogata y la tienda de acampar muy lujosa— jamás había hecho esto, se ve muy divertido —sonrió mirando al menor que también sonreía.

—En la mañana podríamos ir a correr un rato al bosque —Señaló— leí que era muy agradable, también hay unas bicicletas así que podríamos andar con ellas.

—Suena bien.

Jimin siguió viendo el lugar, estaba decorado con luces y cada tienda era muy privada.

—¿Quieres ver?

Rápidamente, Jimin entró a la tienda notando lo lujosa y elegante que era, nada parecido a una tienda de acampar normal, esto parecía sacado de un hotel de cinco estrellas.

—Luce mejor que mi habitación —Bromeó haciendo reír al menor— esto es muy lindo aunque las velas aromáticas no son mi gusto.

—Oh, entonces hay que sacarlas —Jungkook se acercó apagándolas— quiero que te sientas cómodo y te relajes, traje ropa por si necesitas usar.

—¿Por qué no me dijiste que alistara una maleta? No es justo —Se cruzó de brazos.

—No quería arruinar la sorpresa, ¿Acaso te imaginabas que haríamos esto?

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