Núm 8 de la trilogía de Núm.8- Primera parte.

Cap1

Capítulo 1: La tormenta

Lo más inesperado pasó ese día. Yo solo soy una chica normal y corriente. No sé si lo que pasó fue una anomalía aleatoria o pasó a propósito, nunca lo sabré. Pero desde ese momento toda mi vida cambió...

Todos los días me levanto a las siete para ir al instituto, desayuno, me visto y voy al insti. Como todos los adolescentes de hoy en día, ¿no? Salvo que paso la mayor parte del tiempo sola, porque mis padres se divorciaron y ahora vivo con mi madre. Pero ella pasa casi todo el día fuera trabajando y cuando ella está en casa no me hace mucho caso. Yo me parezco más a mi padre, pelo castaño oscuro, ojos azules y la piel un poco pálida, pero hace mucho que no lo veo. La última vez que le vi fue cuando tenía seis años, el día que se fue. Ahora solo lo veo una vez al año por navidad. 

Era viernes 13, ¡uhh, ese día trae mala suerte! Pues la verdad, no. Fue un día normal en clase, es decir, un día aburrido como siempre. Pero el hecho de ser viernes alegra un poco el día, porque al día siguiente no tienes que ver la cara de tus compañeros de clase o la de los profesores. En clase me senté en mi sitio y me puse a leer como de costumbre, hasta que llegase el profesor. El día pasó lentamente, hasta que llegó la hora de irse. Cuando salí, estaba lloviendo. Me quedé parada en la salida, extendí la mano para que me cayeran varias gotas en la palma de mi mano. Mi mejor amiga Hayley, se quedó parada mirándome.

- ¡Genial, está lloviendo! – dije sarcásticamente.

- ¿Quieres que te lleve a tu casa? – preguntó Hayley.

- No, no te preocupes. Así la próxima vez me acuerdo de traerme paraguas.

- Vale, como quieras. Pero luego no te quejes de que te has empapado.

- ¡Jajajajaj! Tranquila no lo haré.

- Bueno, adiós. Nos vemos el lunes -se despidió.

Salió corriendo hacia su coche y desaperció de mi vista. Mi mejor amiga es una chica muy sociable, alta, con ojos marrones y rubia. La conozco desde infantil, nos hicimos inseparables. Solo que me fastidia que este año la hayan separado de mí, vamos a clases distintas. Me quité la sudadera que llevaba puesta. Me la puse en la cabeza para evitar empaparme del todo y salí corriendo. Fui lo más rápido a casa. Por fin llegué a mi casa, saqué las llaves y abrí la puerta. Al entrar tiré mi mochila al suelo de la entrada y cerré la puerta. Subí corriendo las escaleras, fui al cuarto de baño y me duché. Claro ya que estaba empapada, ¿por qué no? Me puse el pijama y me tiré a mi cama. Seguía lloviendo, pero estaba vez más fuerte, hasta se podían oír truenos.

- ¡Buff! Menudo día -suspiré.

Para mejorarlo, siempre hacía el mismo plan los viernes. Como siempre me aburro y no tengo nada mejor que hacer, me puse a ver la tele. Cogí el mando y puse Netflix. En Netflix hay cosas muy chulas, me puse a pasar series y películas. Hasta que una me llamó la atención, se llamaba "The Umbrella Academy". ¿Por qué no? Me dije a mi misma, y me puse a ver el primer capítulo. Me gusta ver series de ciencia ficción, porque así desconecto de la realidad que es un peñazo. Me quedé dormida viéndolo, hasta que me desperté de golpe por un ruido muy fuerte. Apagué la televisión y busqué de donde procedía el ruido. No encontré nada, entonces supuse que era de la tormenta. Cuando volví a mi habitación me acordé de que todavía no había cenado. No tenía mucha hambre así que solo cogí unas palomitas para seguir viendo la serie. Ya, se lo que estáis pensando soy muy gocha. Si, tendría que haber cenado algo más sano, pero es lo que hay. Yo hago lo que quiero, no tengo control porque mis padres no me controlan ni se preocupan por mí. Si me fuese de casa ni se enteraría mi madre, que triste es mi vida... En fin, me puse a ver la serie. Estaba guay, al principio un poco lenta la trama, pero no estaba mal. Trataba de un multimillonario que adoptaba a unos chicos con habilidades especiales. Me volví a dormir, sobre las tres de la madrugada. Lo último que recordé antes de dormirme era que la tele se bugeó y que la tormenta sonaba muy fuerte. Hasta un rayo iluminó la habitación entera. Al despertar, estaba en otro lugar...