Núm 8 de la trilogía de Núm.8- Primera parte.

Cap 14

Capítulo 14: La guerra decisiva

Salí de la sala con un paso ligero, los chicos me seguían como cabría de esperar. En mitad del pasillo Cinco me agarró del brazo.

- ¿Ya están aquí el ejército de la señora esa? ¿Podrías pararte a dar explicaciones? -dijo Cinco enfadado porque no entendía a lo que me refería.

- Sí, tenemos que ir a una explanada donde no hay árboles. Ahí es donde están, lo sé.

- Kaylee, vas muy rápido. No hemos tenido tiempo de entrenar, ¿y ahora vamos a combatir contra mil soldados? -dijo Diego.

- Sí, no hace falta que me acompañéis. Esto no va con vosotros, esto es entre ella y yo -dije esto y bajé las escaleras corriendo.

Pude escuchar que alguien me seguía detrás. Salí de la casa y alcé el vuelo para buscar mejor el escampado.

- ¡Kaylee! -Cinco me llamaba desde abajo.

Miré hacia abajo y fui descendiendo poco a poco.

- ¿Ahora qué ocurre? -pregunté molesta. -Tengo que acabar con esto ahora mismo.

- No puedes hacer esto tú sola, ¿y si te pasa algo?

- Tranquilo, se cuidar de mí misma.

- Kaylee, no lo entiendes. Nosotros no soportaríamos perder a un hermano más.

Me quedé un rato mirando el rostro de Cinco, tenía la semblante de preocupación. Suspiré.

- ¿Quién me va a acompañar? -pregunté.

Cinco miró a su alrededor y dijo:

- Creo que solo yo, ¿te conformas?

Sonreí.

- Lo suficiente, agárrate a mí.

Me agarró el brazo y yo me elevé por los cielos de la ciudad. Me puse a buscar el lugar que vi en unas de mis visiones. Me desplacé por toda la ciudad. Hasta que encontré lo que buscaba muy lejos de la ciudad, no había árboles como yo predije. Aterricé en el medio de este, no había nadie más. Cinco dejó de agarrarme y se puso a mi lado a observar el campo de batalla.

- Llegarán en cualquier momento -expliqué.

- Ahora vuelvo -dijo teletransportándose.

Pues nada, no sabía a donde había ido hasta que volvió en menos de un minuto con un hacha en la mano.

- Vale... mejor no pregunto de donde lo has sacado -dije apartando la vista del hacha.

- Sí, mejor.

Esperamos unos minutos más y vimos como llegaban Ruby, Eira y Ethan. Se habían teletransportado justamente aquí donde nos encontrábamos.

- ¿Esta es la niña de la que me hablaste Eira? -dijo Ruby con tono despectivo. -No parece gran cosa.

Eira asintió humillada.

- Soy gran cosa y... -dije, pero me quedé mirando la ropa que llevaban puesta. -... ¿Vosotros acaso os cambiáis? Porque lleváis la misma ropa que la última vez.

- ¿Y tú? -contratacó Eira verbalmente.

- Yo sí, pero tengo mucha ropa igual -aclaré vacilando.

- ¡Se acabó! Vamos al grano -se cansó rápidamente Ruby. - ¿Qué es lo que quieres niña?

Me acerqué un poco a ellos.