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Capítulo 5
(Decisión)

Los meses pasaban y la salud de Li Fei se iba deteriorando cada vez más

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Los meses pasaban y la salud de Li Fei se iba deteriorando cada vez más.

La chica, que había entrado en depresión después de la muerte de su amado, se la pasaba llorando o durmiendo la mayor parte del día y apenas si comía.

Wen Qing, había tenido que recurrir a ponerle suero y administrarle vitaminas vía intravenosa, para mantenerla hidratada y nutrir al bebé.

Después del Año Nuevo, el octavo mes de embarazo de Li Fei había llegado y la chica lucia bastante mal, de seguir así lo más probable era que el parto se adelantaría y en las condiciones en las que se encontraba la chica, todos temían que lo peor pudiera llegar a pasar.

Los únicos momentos en que la joven lucia feliz y comía algo, era cuando Wei WuXian estaba con ella, por lo cual los hermanos Wen habían recurrido a él para pedirle que les ayudara a cuidar y alimentar a la chica durante las últimas semanas del embarazo.

Wei Ying, ven toca— dijo Li Fei con una gran sonrisa en su rostro, mientras tomaba la mano de su amigo y la colocaba sobre su abultado vientre.

¡Se está moviendo!—respondió Wei WuXian, bastante emocionado, al tiempo que una linda sonrisa se dibujaba en su rostro.

Si, no sé porque, pero cuando te escucha, comienza a moverse mucho, tal parece que le hace feliz el oír tu voz

¿En serio?— preguntó el chico con los ojos muy abiertos, sin poder creer lo que su amiga le decía.

Si, en serio, cuando alguien más le habla no se mueve ni un poquito, ni siquiera lo hace cuando yo lo hago... al menos no lo hace de esa manera— se quejó la chica, haciendo una mueca inconforme.

Wei WuXian comenzó a reír escandalosamente, al ver la actitud de su amiga —Jaja, Fei-Fei, ¿Acaso estas celosa?

Quizá sólo un poquito... creo que mi bebé te ama más a ti que a mí

Wei WuXian tomó ambas manos de su amiga y con una cálida sonrisa, dijo —Fei-Fei, tu hijo te ama más que a nadie en este mundo, eso nunca lo dudes

La chica le regresó la sonrisa a su amigo, y así continuaron conversando por el resto del día.

...

Unos días después, Li Fei se encontraba sentada en el sofá de la sala de la residencia Wen, tratando de cubrirse y resguardarse del frío con una suave frazada, cuando Wei WuXian llegó la casa, como ya era costumbre.

Hola Fei-Fei, ¿cómo están tú y mi rabanito el día de hoy?— preguntó el loto rojo, sentándose a un lado de la chica, tratando de brindarle un poco más de calor.

Estamos bien, sólo me siento un poco más cansada de lo normal, pero todo bien... oye, por cierto, deja de llamar rabanito a mi pequeño, el que disfrute comer rábanos durante el embarazo, no te da derecho a decirle rabanito a mi bebé—replicó la joven algo indignada, pero divertida a la vez.

Inesperado Anhelo (WangXian) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora