Descripción:
Wei WuXian y Lan WangJi son dos jóvenes que se conocieron en la escuela preparatoria y aunque en un principio su relación era mala, con el paso del tiempo y la constante insistencia de Wei Ying, su amistad se fue fortaleciendo, convirti...
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Después de haber pasado un fin de semana maravilloso, el domingo por la tarde, Mo XuanYu y Wen Ning iban llegando a casa del Wen, cuando al bajar del auto que Wei WuXian había enviado por ellos, se toparon con Jin ZiXuan, quien no lucía muy contento.
—Da-ge— saludó XuanYu, con los ojos muy abiertos y comenzando a ponerse nerviosa —¿Qué haces aquí?—
—¿Qué crees tú, que hago aquí?— cuestionó el Jin, enarcando una ceja, mientras se cruzaba de brazos.
—Da-ge, yo, ¿Cómo explicarlo?, lo siento— se disculpó la chica, inclinando la mirada, sintiéndose avergonzada.
—¿Qué es lo que sientes?— insistió el Jin, acercándose a su hermana.
Al percatarse de esto, rápidamente Wen Ning, bloqueó el paso de Jin ZiXuan, tratando de proteger a su amada con su cuerpo —Ni se le ocurra lastimarla— advirtió el Wen, dirigiendole al Jin, una mirada fría.
—¿Por qué la lastimaría, si estoy preocupado por ella?, ¿No cree que quien debería de estar preocupado de que usted haya lastimado a mi hermana, soy yo?—
—Da-ge, cálmate, te prometo que A-Ning no me lastimo— aseguró la joven, tratando de que tanto su esposo, como su hermano se tranquilizaran.
—¿Y cómo puedo estar seguro de eso?— cuestionó Jin ZiXuan, mirando al doctor con recelo.
—Porque así es, mírame, estoy bien— y con esto dicho, XuanYu dió un par de pasos al frente, para que su hermano pudiera verla mejor.
El Jin observó a su hermana de pies a cabeza, para luego acercarse a ella y tocar su mejilla, mientras preguntaba —¿De verdad estás bien?—
—Mn— asintió la chica, colocando su mano sobre la de su hermano.
—¿Estás segura?, ¿De verdad él no te lastimó?— volvió a preguntar Jin ZiXuan, sin poder evitar sentirse preocupado.
—Mn, muy segura, te prometo que A-Ning es muy gentil conmigo— aseguró la joven, sintiendo que su corazón se le podría salir del pecho de tan nerviosa que estaba.
Al escuchar lo dicho por su hermana, el Jin soltó un suspiro —Me alegra que así sea, sin embargo, aún sabiendo eso, no puedo evitar sentirme angustiado, ¿Sabes lo preocupado que he estado estos días que han estado ausentes?, Ni siquiera los guardias de seguridad pudieron dar con su paradero y yo me moría de miedo de que te hubieran hecho daño o que te hubieses casado porque te obligaron—
—No— negó rápidamente la chica —Nadie me obligó a nada, lo prometo, si me case fue por mi propia voluntad—
—A-Yu, ¿Por qué?, ¿No crees que aún son muy jóvenes como para haber tomado una decisión tan grande como casarse?—
