Descripción:
Wei WuXian y Lan WangJi son dos jóvenes que se conocieron en la escuela preparatoria y aunque en un principio su relación era mala, con el paso del tiempo y la constante insistencia de Wei Ying, su amistad se fue fortaleciendo, convirti...
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⚠️ Advertencia ⚠️
¡El siguiente capítulo, incluye contenido que puede herir la sensibilidad de algunas personas, absténgase de leer si es alguien delicado!
(Se recomienda discreción)
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Un par de días antes del cumpleaños de Lan XiChen, Lan WangJi y Wei WuXian se encontraban en una pequeña tienda de libros cerca de Gusu, tratando de encontrar uno de los libros favoritos del primer jade, cuando el loto rojo recibió una llamada.
—¿Hola?, ¿A-Cheng?— respondió el chico, un poco sorprendido de que su hermano lo llamara a esa hora del día.
—Hola, tonto— respondió el Jiang, quién en esos momentos iba saliendo de Yunmeng, con rumbo a su hogar —Oye, necesito que me hagas un favor—
—¿Qué favor?— preguntó el Wei, sospechando lo que su hermano estaba a punto de pedirle.
—Bueno, como sabrás, el cumpleaños de A-Huan y nuestro aniversario de bodas, son en unos días, así que quería pedirles a ti y a tu esposo, que se hicieran cargo de los mellizos durante este fin de semana— pidió el loto púrpura, sin darle muchas vueltas al asunto.
—¿Con qué el fin de semana?, ¿Eh?— cuestionó Wei WuXian, con voz juguetona —¿Y si nos negamos a hacerlo?—
—Bueno, de ser así, entonces no tendrás quién cuide a tu hijo en tu cumpleaños y mucho menos para el viaje que planeas tener, luego de casarte por segunda vez— advirtió el Jiang, con indiferencia.
—Ayio, A-Cheng, solo bromeaba, por supuesto que mi Lan Zhan y yo cuidaremos de nuestros adorados sobrinos este fin de semana— aseveró el loto rojo, a sabiendas de que su hermano era capaz de prohibirle a toda su familia cuidar de su hijo, por quién sabe cuánto tiempo, solo por molestarlo.
—Mn, eso creí, ¿Entonces nos vemos el fin de semana?—
—Mn, por supuesto… Oye, pero, A-Cheng, acabo de recordar que A-Ning y A-Yu, nos invitaron a mi Lan Zhan y a conocer su nueva casa este fin de semana, así que, ¿Qué se supone que debería de hacer?, ¿Me darás permiso de llevar a tus hijos conmigo?— cuestionó el Wei, a sabiendas de que su hermano no era alguien muy afecto a los hermanos Wen.
